27/10/11

Horror Escrito: Llegas tarde


Bueeeno bueno, una vergüenza para mí, siendo fan del terror, no haber publicado nada respecto al mes de octubre, la verdad anduve ocupado, y con una seria crisis creativa.

Tengo miles de escritos de mi propia autoría, pero lamentablemente ninguno completo, ya sea mi historia “Pain” sobre un niño con la capacidad de provocar dolor con la mirada, mis cuentos de terror  psicológico, o mi novela en capítulos sobre una epidemia al estilo Zombi “ Dead Outbreak”. Esta última tal vez vea la luz (otra vez) en mi blog la noche de Halloween.



Hoy, especialmente voy a presentar una situación. Así es, ni un cuento, ni un caso real, ni un video con JumpScares. Solo una situación.
Empecemos por enunciar que, si no tienes una buena capacidad para producir imágenes en tu cabeza por medio de la lectura, abandones esto ahora, ya que lo que voy a presentar es terror psicológico.

A ver, no importa el género en el que narre las cosas, me refiero a si eres hombre o mujer, intenta sumirte lo más posible en esto, pon tu sonido de fondo, un silencio nebuloso.

En lo conveniente, lee esto durante la noche, antes de dormir.

Estas tranquilamente llegando a casa de tu actividad más habitual, ya sea practicar cierto deporte, estudiar, o haber salido con tus amigos o pareja.

Al entrar a casa sueltas un saludo general, avisando que llegaste. Es un día de semana, y ya es bastante tarde, por lo tanto, no planeas volver a salir.

Decides tomar una ducha caliente, para provocarte una sensación de relax total, para luego tener tu pequeña sesión de internet y luego dormir.

Mientras tomas la ducha notas que nadie contestó tu saludo general, te llama mucho la atención.

Como llegaste tarde, supones que están todos durmiendo, ni piensas en molestarlos de su sueño.

Al terminar con tu aseo te diriges a la habitación donde está la computadora, y aprovechando que nadie va a molestarte,  te llevas la comida al escritorio, junto con algo para tomar.

En el silencio de la noche, después de comer, con solo la luz del monitor, decides que ya es hora de dormir. Son más de las 2 de la mañana.

Escuchas el abrir de la habitación de tu madre y procedes a apagar la PC mientras piensas en una excusa para estar levantado a esas horas, siendo que al día siguiente tienes actividades que realizar desde temprano.

Pero su caminar no suena como si viniese enojada respecto a haber oído que estabas despierto, por lo que simplemente te relajas y procedes a levantar los restos de tu cena.

Dando la espalda a los sonidos, levantas tu plato y tus cubiertos, junto con el vaso. Cuando sientes que se acerca. Sin voltearte, te disculpas de una manera tal que no te rete, sino que vaya cada quien a su habitación.  Pero no contesta. Cuando decides voltearte, no puedes hacerlo, ya que sin emitir un solo sonido, inicia con un fuerte estrangulamiento. Puedes sentir como está a punto de destrozarte la tráquea. Las piernas te tiemblan debido a que todo está ocurriendo de una manera tan veloz, que no llegas a procesarlo. Sientes que tus pulmones están llenos de acido por el pánico, el miedo te revuelve el estomago y tus latidos se convierten en golpes directos a tu caja torácica.


Obviamente, soltaste las cosas que tenias en las manos, pero en la desesperación, mientras esas manos se aferran a tu garganta como si esta fuese una simple esponja, logras tomar el cuchillo que estaba en el plato, que por fortuna cayó sobre el escritorio, junto al teclado, y lo entierras en la palma de la mano izquierda de tu atacante. El cual no emite un solo sonido, sino que solo te suelta.



Por más que tus piernas responden de una manera brusca y llena de pavor, cada paso que das es un salto y llegas hasta la puerta, la cual abres, y cuando estas a punto de huir de tu casa, soltando miles de gritos desafinados y con un sonido metálico. Sientes que te sujetan desde la prenda que estas usando en la parte superior de tu cuerpo, tus brazos, por la desesperación, reaccionan de una forma instintiva, primitiva, como si intentases nadar en el aire, pero esta persona, con su gran fuerza, te arrastra dentro, mientras tú solo sigues gritando, como si esto te diese fuerzas para seguir soportando tal tortura mental.

 Tu atacante, con un gran descontento, azota la puerta con tu cabeza en su camino, lo cual, luego de un dolor punzante en los costados del cráneo, te hace caer desmayado.

Te despiertas acostado. Una almohada muy suave yace bajo tu cabeza, te resulta muy familiar. Al mover tus manos, sientes que están en algo a lo que relacionas como una sensación resbalosa, sientes objetos, que al intentar agarrar para reconocerlos, se te escapan de los dedos.

Como te cuesta abrir los ojos, intentas seguir guiándote por el tacto, para reconocer qué es lo que yace a cada lado de tu cuerpo, lo cual no es nada parecido a algo que hayas sentido y es bastante pesado. La temperatura es bastante alta, y puedes sentir fluidos alrededor de tus manos, sin mencionar un olor muy grotesco.

Cuando vas tomando un poco de conciencia empiezas a explorar mas el área, y te sales de lo que parecía un hueco, yendo más cerca de la almohada, sientes piel, empiezas a tomar darte cuenta de que se trata de dos cadáveres humanos al notar que, sobre esos grandes huecos , que según tu imaginación, serian en la zona abdominal de dos personas, siendo los objetos resbalosos “órganos”, sientes lo que reconoces como pezones humanos.

Para este momento, tienes un terrible miedo de abrir los ojos, por lo tanto, decides asegurarte de esto, y procedes a tocar los brazos…los cuales no logras hallar… sino hasta cuando escuchas unas pisadas que vienen acercándose lentamente y abres los ojos, para enfrentar la realidad, y con la escasa luz de un velador en mal funcionamiento, divisas clavados en el techo, los brazos, en forma de crucifixión, como si en el medio de cada par hubiese un cuerpo, miras hacia tus costados y ciertamente, estabas reposando entre dos cuerpos desnudos, totalmente destripados en la zona abdominal, sin brazos y sin cabeza, notando que estabas, nada más ni nada menos que en la pieza de tus padres.

Cuando estás por iniciar con los escandalosos alaridos, con nauseas, sin capacidad para respirar a un ritmo humano, y con un nudo en la garganta, que no te permitiría emitir un solo sonido, las pisadas llegan a la puerta de la habitación, y entra un hombre, cuyo rostro no puedes reconocer debido a los coágulos de sangre que resbalan por esté, solo ves que tiene una sonrisa que provocaría pesadillas a cualquiera, una mirada muy desenfocada, casi bizca, y muy poco cabello, viste ropas muy gastadas, y levanta en cada mano, sostenidas de los cabellos, las cabezas de dos personas que habitan contigo en tu casa, revelándote así las identidades de tus compañeros de reposo en esa tan cómoda cama.



Las cabezas parecen mirarte, el hombre las suelta a tus pies, y abandonando la escena, te dice, helándote la piel- que pena que llegaste tarde.

:D

Posiblemente no tengo una gran capacidad de narración, pero bueno, me entretuve escribiendo J