30/10/12

Dead Outbreak: El Vecino (DIA 4)


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Dead Outbreak: El Vecino (DIA 4)

Estaba boca arriba y escuchaba pasos, otra vez, tenía fluorescentes titilando, pero por más que los buscaba, no los encontraba. Estaba en un lugar donde las paredes se recubrían de azulejos, como un baño, pero no había ni ducha ni un lugar para lavarse las manos, solo un espejo.

Cuando me acerqué a mirarme, no era yo… era… como el rostro del muchacho emo al que le vendí droga hacia dos días. Uno de mis ojos estaba reventado y el otro totalmente estropeado, podía tocarlo con mis dedos y estaba completamente seco.

De mi boca chorreaba sangre como si fuese una canilla y tenia moscas alrededor de mi cabeza.

De repente


CRASH!


El espejo se rompió y de detrás de él salió un taladro, directo hacia mi frente.


Desperté. Tuve otro sueño, pero el taladro no vino de mi imaginación. Era mi vecino, perforando el techo para su nuevo candelabro. Miré la hora, eran las 4:30 PM

Me levanté y comí algo de lo que tenía en la heladera. Después me fui otra vez a pegarme un baño.

Mientras estaba en la ducha, con las gotas de agua golpeando mi cabeza, y los sonidos de perforación de fondo. Cada vez que se pausaba, sentía como que en cualquier momento se iba a correr la cortina y alguien me iba a atravesar con esa ruidosa máquina.

Desempañar el espejo no era algo que tenía en mente hacer al salir de debajo del agua.

Me cepillé los dientes a ciegas, cerraba los ojos y prestaba mucha atención a todos los ruidos.
Oí que alguien golpeaba la puerta de David y escuché una voz - heey, como estas?!- era Eli, entró a la casa.
Me vestí apurado y con el cabello aun húmedo fui hasta allá y golpeé también la puerta.

Él le dijo – atendé por favor.- y ella me abrió la puerta, mientras en una mano sostenía un mate.

 Él estaba en una escalera de forma tijera, bajándose a dejar el taladro en su lugar y colocar los plásticos donde irían los tornillos
- hola! Como están.- les dije.

Eli, sonriendo me preguntó- todo bien? Ya te sentís mejor?- y yo le contesté- si, si, ya…sin problemas.-

David, mientras seguía con su actividad, con una sonrisa de costado dijo:
- que te anda pasando? No te habrá agarrado fiebre a vos también no?-

y yo le dije- no, no, andaba con unos… sueños raros nomás.
Elisa se dirijo a mi- justo viniste, David está por colocar un gancho para su nuevo candelabro- y él la interrumpió- no, no- seguido de- yo estoy poniendo un disco con una argolla, el Cande ya trae un gancho- y ella siguió- bueno, bueno, la cosa es que estaba por ir a buscarte para que le ayudes, a mi me da miedo subirme a esa escalera.

Me subí entonces y él me alcanzó el disco con cuatro orificios para tornillos y soldado a una argolla muy gruesa, como si necesitase sostener mucho peso. Me dijo- vos sostené nomas, yo le voy poniendo los tornillos.- hizo esto y ambos nos bajamos.

No veía ni un rastro de sangre por ningún lado. Y esto era un monoambiente, por lo que supuse que el único lugar que me quedaba por ver era el baño, y le pregunté- David, te molesta si paso a tu baño?-
Entonces con su sonrisa más falsa me dijo-pasá, pero te aviso que está muy sucio-
y Eli me dijo- después contáme que onda, a mi no me dejó entrar.- y pasé al baño.


La cortina de la ducha… estaba fóbicamente cerrada. Pero yo veía todo limpio, por lo tanto, si quería seguir con mi inspección no me quedaba otra.

Me acerqué con mucho miedo, y corrí la cortina lentamente, temblando como si todo mi cuerpo sufriese del mal de Parkinson.
Resulta que acá, en el baño de este departamento, no había una ducha, sino una bañera, la cual en este caso estaba llena de hielo, y había una bolsa negra, de basura, con algo grande dentro.

Imaginé mucho qué podía haber dentro… pero no se me ocurría, su forma no me inspiraba nada, pero su misma presencia estimulaba mi imaginación a las horrendas posibilidades. No tenía el suficiente coraje para abrirla. En un momento sentí que se movió…

Rápido, me lavé la cara, nuevamente sin mirar al espejo y me fui del baño, tratando de disimular el terror en mi rostro.

Eli me preguntó- y?que tanto asco te dio?- yo le dije- el mío está peor.

Pregunté- y el candelabro?- y él contestó-dentro de un par de horas ha de llegar, lo compré por internet.

Me fui a casa otra vez. Cuando entré mi celular estaba sonando, era mi jefe, una llamada suya, nunca es buena, siempre es para retarme por algo.

-Javi? –
y yo le contesté- no, la sirenita, que necesita?-
- hey salame, qué te parece si hoy te invito a cenar eh?-
Yo, como es siempre, a todo lo que me pide, le dije- si, más vale, donde?-
y me respondió- en la costanera, viste el carrito restoran que está cerca del casino?- si, más vale, le respondí y pregunté- a qué hora?-

y su respuesta fue – a las 8 y media.-
Me pasé la tarde perdiendo el tiempo. Mirando dibujos animados, series de las cuales ya me vi todos los episodios en cuevana y de vez en cuando encendía la laptop para hablar por facebook con Eli, quien me enviaba imágenes graciosas o grupos de facebook con frases pelotudas.


Llegadas las 7:40, me vestí, trabé la puerta corrediza del balcón y me fui a tomar el colectivo para encontrarme con mi Jefe.

Mientras bajaba las escaleras, vi a un hombre con la gorra de FedEx subiendo las escaleras, con una caja muy pequeña como para que se tratase de un candelabro.

Mientras llegaba al lugar, unos 5 minutos temprano, ya pude reconocerlo desde lejos, sentado en una de las mesas.

Es un hombre muy gordo, con canas, en el poco cabello que tiene, siempre está fumando un habano y si no está vestido de forma formal, está con una asquerosa camisa hawaiana y una bermuda, con unas enormes sandalias romanas para sus redondeados pies.

Me levantó el brazo para que lo viese, como si fuera difícil y me invitó a que me sentara- le gritó al que atendía- una porción grande de papas fritas y una cerveza… dos vasos también… por favor!-

Y me miró enojado, por unos segundos, después tomó aire, mirando hacia abajo y dijo- qué cagada te mandaste vos?


Yo le dije-nada, por?-
Él puso las manos sobre la mesa y dijo- vos viste las noticias últimamente?- yo me quedé mirándolo, mientras levantaba su dedo índice y apuntaba al televisor en el carrito a mi izquierda. Miré y me topé con la foto de el chico al que le había vendido coca recientemente.
Mi jefe, mientras el camarero nos servía la cerveza a cada uno en su vaso, enojado retomó la conversación con-  José me dijo que lo mandó a ese pibe para tu casa, con un ticket para que retire 5g. y sabés qué? toda la policía lo está buscando desde ayer. Ahora decime…este pibe, llegó a aparecer por tu casa?-

Y yo le dije- si, le di lo suyo y se fue- él me preguntó ahora con aun más interés- lo viste esnifarse?-

- si, se mandó un poco y después de un rato, ya no muy dado vuelta se fue.-
El jefe, cada vez más interesado, me preguntó- era para él nomas? No sabes si la coca era para compartirla?-

Y ahí, con mi respuesta, su cara cambió- no, dijo que iba a compartir con un amigo suyo, como siempre hace.-

Entonces me dijo- bueno mirá pibe, estas en el horno. Y yo estoy en el horno, porque primero, pudo decirle a su amigo a qué dirección iba a buscar la basura, y ahora, asustado el chabón le dice a los policías a donde fue este chico por último, BAM tenés un clavo con los policías, y si te interrogan y te terminan diciendo que si colaborás te dan menos años de cárcel, vas a terminar cagándome a mí, dándoles mi nombre. Así que vamos a hacer lo siguiente.- y justo nos pusieron las papas y los aderezos en la mesa.


Mientras colocaba mayonesa y kétchup al costado del plato dijo-todavía no le sacaron información a ninguno de los amigos del pibe, pero ya especulan que se drogaba, es más, si encuentran su cuerpo, por autopsia se van a enterar que se drogaba. Eso lo sé porque tengo a un compinche metido ahí en la policía.

Y ahora mientras en una mano tenia papas con aderezo y con la otra se apuntaba a si mismo decía-  Yo, mañana a la tarde te voy a hacer  una visita, voy a tener dos cajas grandes para equipos de sonido, y vamos a limpiar tu casa. Ahora, si alguien la revisa y se topa con que tenés tres cajas debajo de los almohadones de sofá va a sospechar que algo anda mal ahí.


Yo le dije-puedo guardar ropa ahí, o mercancía, como fideos, condimentos o…- y él me interrumpió- no, no, no seas pelotudo, esos tipos, si se van hasta tu casa, se van buscando algo, así que vos les vas a dar algo, para que se vayan contentos- entonces empecé a mirarlo asustado y siguió- vamos a llenar esas cajas con CDs de películas bajadas de internet. Vos les vas a decir que pensabas venderlas, los polis se te van a cagar de risa y te van a dejar una advertencia. Si te preguntan si lo viste al chico, vas a decir que vino a preguntar si vendías Merca y vos le dijiste que no, y le ofreciste una película, no quiso y se fue.-

Sorprendido le dije- en qué momento pensó todo eso?- y él, orgulloso, comiéndose sus papas y apagando su habano me dijo- no es mi primer kilombo, ahora comete unas papas, tomate esa birra y te doy plata para que vuelvas en un remis. No hace falta que vendas mas coca por este mes, igual te voy a pagar un buen monto si para dentro de 15 dias sigue limpio mi nombre.-

Pensé en contarle sobre mi vecino nuevo, él tiene un grupo de matones que podían encargarse, pero no accedería a hacerme el favor. Es más, ahora que lo pienso, mañana limpio mi casa, después ya podría llamar a la policía y encontrarían a él con un cadáver y con drogas ilegales en su departamento, era perfecto.

Me sorprendió lo agradable que fue la reunión con el gordo, se portó muy bien y parecía estar contento de que yo no haya matado al muchacho desaparecido.

Esa noche sufrí otra vez de insomnio, lo que sea que había colgado David en el techo, hacía ruidos amacandose toda la noche. Y de vez en cuando lo oía gritar, luego abrir su heladera y cesar con los alaridos de dolor…y así constantemente.

Supongo que cada vez que lo hacía, era para inyectarse morfina…

Oí que tiró un líquido, exprimió un trapo y hubo silencio por mucho tiempo. Y su supuesto candelabro seguía hamacándose.

Silenciosamente abri mi balcón, y me pasé al suyo, por el espacio entre las cortinas, desde cerca, gracias a la luz de la luna, lo vi durmiendo, con un paño en la cara, y después miré hacia el techo…


Era…




Era un gancho, como los de las carnicerías, para colgar las vacas.

Era un cuerpo desnudo sin piernas, colgaba de la cadena que unía las esposas que tenía puesta en las muñecas… este ser...que aún se movía…pero como, como podía ser? después de perder toda esa sangre, no podía seguir vivo…


Por el mismo efecto de un péndulo, moviéndose bajo su eje, llegó a rotar.

Y si, era el rostro de  ese pobre asustado muchacho. Tenía los ojos blancos, tal como los de David…y un gran corte en la garganta, supongo que para que no haga ruido.

Por la poca luz no pude ver muchos detalles por debajo de su cuello. Solo que se movía mucho, y sus músculos deltoides, los del hombro, habían sido extraidos.


Qué puedo decir. No podía esperar a que limpiasen mi casa de drogas para llamar a la policía.


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