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Dead
Outbreak: El Vecino (DIA 4)
Estaba
boca arriba y escuchaba pasos, otra vez, tenía fluorescentes titilando, pero
por más que los buscaba, no los encontraba. Estaba en un lugar donde las
paredes se recubrían de azulejos, como un baño, pero no había ni ducha ni un
lugar para lavarse las manos, solo un espejo.
Cuando me
acerqué a mirarme, no era yo… era… como el rostro del muchacho emo al que le
vendí droga hacia dos días. Uno de mis ojos estaba reventado y el otro
totalmente estropeado, podía tocarlo con mis dedos y estaba completamente seco.
De mi boca
chorreaba sangre como si fuese una canilla y tenia moscas alrededor de mi
cabeza.
De repente
CRASH!
El espejo
se rompió y de detrás de él salió un taladro, directo hacia mi frente.
…
Desperté.
Tuve otro sueño, pero el taladro no vino de mi imaginación. Era mi vecino,
perforando el techo para su nuevo candelabro. Miré la hora, eran las 4:30 PM
Me levanté
y comí algo de lo que tenía en la heladera. Después me fui otra vez a pegarme
un baño.
Mientras
estaba en la ducha, con las gotas de agua golpeando mi cabeza, y los sonidos de
perforación de fondo. Cada vez que se pausaba, sentía como que en cualquier
momento se iba a correr la cortina y alguien me iba a atravesar con esa ruidosa
máquina.
Desempañar
el espejo no era algo que tenía en mente hacer al salir de debajo del agua.
Me cepillé
los dientes a ciegas, cerraba los ojos y prestaba mucha atención a todos los
ruidos.
Oí que
alguien golpeaba la puerta de David y escuché una voz - heey, como estas?!-
era Eli, entró a la casa.
Me vestí
apurado y con el cabello aun húmedo fui hasta allá y golpeé también la puerta.
Él le dijo
– atendé por favor.- y ella me abrió la puerta, mientras en
una mano sostenía un mate.
Él
estaba en una escalera de forma tijera, bajándose a dejar el taladro en su
lugar y colocar los plásticos donde irían los tornillos
- hola!
Como están.- les dije.
Eli,
sonriendo me preguntó- todo bien? Ya te sentís mejor?- y yo le contesté-
si, si, ya…sin problemas.-
David,
mientras seguía con su actividad, con una sonrisa de costado dijo:
- que
te anda pasando? No te habrá agarrado fiebre a vos también no?-
y yo le
dije- no, no, andaba con unos… sueños raros nomás.
Elisa se
dirijo a mi- justo viniste, David está por colocar un gancho para su nuevo
candelabro- y él la interrumpió- no, no- seguido de- yo estoy
poniendo un disco con una argolla, el Cande ya trae un gancho- y ella siguió- bueno,
bueno, la cosa es que estaba por ir a buscarte para que le ayudes, a mi me da
miedo subirme a esa escalera.
Me subí
entonces y él me alcanzó el disco con cuatro orificios para tornillos y soldado
a una argolla muy gruesa, como si necesitase sostener mucho peso. Me dijo- vos
sostené nomas, yo le voy poniendo los tornillos.- hizo esto y ambos nos
bajamos.
No veía ni
un rastro de sangre por ningún lado. Y esto era un monoambiente, por lo que
supuse que el único lugar que me quedaba por ver era el baño, y le pregunté-
David, te molesta si paso a tu baño?-
Entonces
con su sonrisa más falsa me dijo-pasá, pero te aviso que está muy sucio-
y Eli me
dijo- después contáme que onda, a mi no me dejó entrar.- y pasé al baño.
La cortina
de la ducha… estaba fóbicamente cerrada. Pero yo veía todo limpio, por lo tanto,
si quería seguir con mi inspección no me quedaba otra.
Me acerqué
con mucho miedo, y corrí la cortina lentamente, temblando como si todo mi
cuerpo sufriese del mal de Parkinson.
Resulta
que acá, en el baño de este departamento, no había una ducha, sino una bañera,
la cual en este caso estaba llena de hielo, y había una bolsa negra, de basura,
con algo grande dentro.
Imaginé
mucho qué podía haber dentro… pero no se me ocurría, su forma no me inspiraba
nada, pero su misma presencia estimulaba mi imaginación a las horrendas
posibilidades. No tenía el suficiente coraje para abrirla. En un momento sentí
que se movió…
Rápido, me
lavé la cara, nuevamente sin mirar al espejo y me fui del baño, tratando de
disimular el terror en mi rostro.
Eli me
preguntó- y?que tanto asco te dio?- yo le dije- el mío está peor.
Pregunté-
y el candelabro?- y él contestó-dentro de un par de horas ha de llegar, lo
compré por internet.
Me fui a
casa otra vez. Cuando entré mi celular estaba sonando, era mi jefe, una llamada
suya, nunca es buena, siempre es para retarme por algo.
-Javi? –
y yo le
contesté- no, la sirenita, que necesita?-
- hey
salame, qué te parece si hoy te invito a cenar eh?-
Yo, como
es siempre, a todo lo que me pide, le dije- si, más vale, donde?-
y me
respondió- en la costanera, viste el carrito restoran que está cerca del
casino?- si, más vale, le respondí y pregunté- a qué hora?-
y su
respuesta fue – a las 8 y media.-
Me pasé la
tarde perdiendo el tiempo. Mirando dibujos animados, series de las cuales ya me
vi todos los episodios en cuevana y de vez en cuando encendía la laptop para
hablar por facebook con Eli, quien me enviaba imágenes graciosas o grupos de
facebook con frases pelotudas.
Llegadas
las 7:40, me vestí, trabé la puerta corrediza del balcón y me fui a tomar el
colectivo para encontrarme con mi Jefe.
Mientras
bajaba las escaleras, vi a un hombre con la gorra de FedEx subiendo las
escaleras, con una caja muy pequeña como para que se tratase de un candelabro.
Mientras
llegaba al lugar, unos 5 minutos temprano, ya pude reconocerlo desde lejos,
sentado en una de las mesas.
Es un
hombre muy gordo, con canas, en el poco cabello que tiene, siempre está fumando
un habano y si no está vestido de forma formal, está con una asquerosa camisa
hawaiana y una bermuda, con unas enormes sandalias romanas para sus redondeados
pies.
Me levantó
el brazo para que lo viese, como si fuera difícil y me invitó a que me sentara-
le gritó al que atendía- una porción grande de papas fritas y una cerveza…
dos vasos también… por favor!-
Y me miró
enojado, por unos segundos, después tomó aire, mirando hacia abajo y dijo- qué
cagada te mandaste vos?
Yo le
dije-nada, por?-
Él puso
las manos sobre la mesa y dijo- vos viste las noticias últimamente?- yo me
quedé mirándolo, mientras levantaba su dedo índice y apuntaba al televisor en
el carrito a mi izquierda. Miré y me topé con la foto de el chico al que le
había vendido coca recientemente.
Mi jefe,
mientras el camarero nos servía la cerveza a cada uno en su vaso, enojado
retomó la conversación con- José me dijo que lo mandó a ese pibe
para tu casa, con un ticket para que retire 5g. y sabés qué? toda la policía lo
está buscando desde ayer. Ahora decime…este pibe, llegó a aparecer por tu casa?-
Y yo le
dije- si, le di lo suyo y se fue- él me preguntó ahora con aun más interés- lo
viste esnifarse?-
- si, se
mandó un poco y después de un rato, ya no muy dado vuelta se fue.-
El jefe,
cada vez más interesado, me preguntó- era para él nomas? No sabes si la
coca era para compartirla?-
Y ahí, con
mi respuesta, su cara cambió- no, dijo que iba a compartir con un amigo suyo,
como siempre hace.-
Entonces
me dijo- bueno mirá pibe, estas en el horno. Y yo estoy en el horno,
porque primero, pudo decirle a su amigo a qué dirección iba a buscar la basura,
y ahora, asustado el chabón le dice a los policías a donde fue este chico por
último, BAM tenés un clavo con los policías, y si te interrogan y te terminan
diciendo que si colaborás te dan menos años de cárcel, vas a terminar cagándome
a mí, dándoles mi nombre. Así que vamos a hacer lo siguiente.- y justo nos
pusieron las papas y los aderezos en la mesa.
Mientras
colocaba mayonesa y kétchup al costado del plato dijo-todavía no le sacaron
información a ninguno de los amigos del pibe, pero ya especulan que se drogaba,
es más, si encuentran su cuerpo, por autopsia se van a enterar que se drogaba.
Eso lo sé porque tengo a un compinche metido ahí en la policía.
Y ahora
mientras en una mano tenia papas con aderezo y con la otra se apuntaba a si
mismo decía- Yo, mañana a la tarde te voy a hacer una visita,
voy a tener dos cajas grandes para equipos de sonido, y vamos a limpiar tu
casa. Ahora, si alguien la revisa y se topa con que tenés tres cajas debajo de
los almohadones de sofá va a sospechar que algo anda mal ahí.
Yo le
dije-puedo guardar ropa ahí, o mercancía, como fideos, condimentos o…- y él me
interrumpió- no, no, no seas pelotudo, esos tipos, si se van hasta tu
casa, se van buscando algo, así que vos les vas a dar algo, para que se vayan
contentos- entonces empecé a mirarlo asustado y siguió- vamos a llenar
esas cajas con CDs de películas bajadas de internet. Vos les vas a decir que
pensabas venderlas, los polis se te van a cagar de risa y te van a dejar una
advertencia. Si te preguntan si lo viste al chico, vas a decir que vino a
preguntar si vendías Merca y vos le dijiste que no, y le ofreciste una
película, no quiso y se fue.-
Sorprendido
le dije- en qué momento pensó todo eso?- y él, orgulloso, comiéndose sus papas
y apagando su habano me dijo- no es mi primer kilombo, ahora comete unas
papas, tomate esa birra y te doy plata para que vuelvas en un remis. No hace
falta que vendas mas coca por este mes, igual te voy a pagar un buen monto si
para dentro de 15 dias sigue limpio mi nombre.-
Pensé en
contarle sobre mi vecino nuevo, él tiene un grupo de matones que podían
encargarse, pero no accedería a hacerme el favor. Es más, ahora que lo pienso,
mañana limpio mi casa, después ya podría llamar a la policía y encontrarían a
él con un cadáver y con drogas ilegales en su departamento, era perfecto.
Me
sorprendió lo agradable que fue la reunión con el gordo, se portó muy bien y
parecía estar contento de que yo no haya matado al muchacho desaparecido.
Esa noche
sufrí otra vez de insomnio, lo que sea que había colgado David en el techo,
hacía ruidos amacandose toda la noche. Y de vez en cuando lo oía gritar, luego
abrir su heladera y cesar con los alaridos de dolor…y así constantemente.
Supongo
que cada vez que lo hacía, era para inyectarse morfina…
Oí que
tiró un líquido, exprimió un trapo y hubo silencio por mucho tiempo. Y su
supuesto candelabro seguía hamacándose.
Silenciosamente
abri mi balcón, y me pasé al suyo, por el espacio entre las cortinas, desde
cerca, gracias a la luz de la luna, lo vi durmiendo, con un paño en la cara, y
después miré hacia el techo…
Era…
Era un
gancho, como los de las carnicerías, para colgar las vacas.
Era un
cuerpo desnudo sin piernas, colgaba de la cadena que unía las esposas que tenía
puesta en las muñecas… este ser...que aún se movía…pero como, como podía ser?
después de perder toda esa sangre, no podía seguir vivo…
Por el
mismo efecto de un péndulo, moviéndose bajo su eje, llegó a rotar.
Y si, era
el rostro de ese pobre asustado muchacho. Tenía los ojos blancos, tal
como los de David…y un gran corte en la garganta, supongo que para que no haga
ruido.
Por la
poca luz no pude ver muchos detalles por debajo de su cuello. Solo que se movía
mucho, y sus músculos deltoides, los del hombro, habían sido extraidos.
Qué puedo
decir. No podía esperar a que limpiasen mi casa de drogas para llamar a la
policía.