21/10/12

Cuento de Terror: La Casa de Sven Eichmann

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La Casa de SVEN EICHMANN




Esta historia toma lugar en Ituzaingó. Un pueblo bastante amplio de la provincia de Corrientes.

Y digo amplio porque, cuando uno anda en auto, puede ver la cantidad de espacio libre que hay sin sacar provecho.

Las casas en su mayoría son grandes, hablando de los barrios, tienen casi todas el mismo diseño.

Luis Lima, un amigo mio al cual conocí cuando jugaba al básquet, hace unos 9 años más o menos.  Un pibe ya de unos 19 o 20 años, muy inteligente. Y cuando me contó esto… simplemente no supe si creerle o no.

Él planeaba hacer algo interesante para este año en Halloween, algo así como una broma, y él no es necesariamente un creyente de lo paranormal. Es más, se considera a sí mismo como un regio escéptico.

Pero lo que sus tres mejores amigos(Mariano, Rodri y Enzo) le ofrecieron , los cuales son un poco más vulnerables a este tipo de temas, era más que bueno, una excelente oportunidad para pasar unos momentos escalofriántes y probarle a sus amigos que no existen ciertas cosas místicas.

El abuelo de uno de los muchachos, mas específicamente de Mariano, fue el de la gran idea. Este chico contó a sus compinches, una historia para explicar el plan de la noche de Halloween:

-En la época de la segunda guerra, mejor dicho, a fines de ésta. Argentina fue residencia de muchos Nazis y sus familias, lo cual es muy bien sabido. Es más, hay testimonios dudosos de personas viendo a altos oficiales de la SS, que se rumoreaban muertos, en nuestro país, y algunos del mismísimo Hitler, en la ciudad de Bariloche.
Y resulta que Ituzaingó. No fue la excepción. Había llegado una familia de “cabezas cuadradas” al pueblo. Eran, padre, madre, hijo e hija.
El niño iba a la escuela con el abuelo de Mariano, pero obviamente le era imposible comunicarse, y ni siquiera lo intentaba.
 Vinieron con mucho dinero encima, por lo que se fabricaron una casa enorme, con planta baja, sótano, primer piso y un ático.
Los vecinos, hablaban muy mal del padre de la familia, dicen que, las veces que se acercaron a la casa, se le podía oir pegándole a su mujer, y se lo escuchaba hablar de manera brusca en su difícilmente pronunciable idioma.
Hubo una noche en la que se escucharon fuertes disparos. Fueron dos secuencias largas de tiros, y después uno más. Cuando la policía encontró la forma de entrar, enocontraron algo horrible.
El padre había  masacrado a su mujer, y a su hija, mientras lavaban los platos, y el cuerpo del asesino yacia en el ático, sentado en una caja de madera. Después brutalmente asesinar a las damas, el padre se pegó un tiro a sí mismo.
 Del niño nunca más se supo nada, pero hay rumores de que aun vive en el pueblo, de que es un indigente que pide pan a cambio de trabajo.
Pero también se dice, que los espíritus del resto de la familia rondan dentro de esas paredes, y que al entrar se puede escuchar gritos diciendo- AUS GEHT- lo que significa SALGAN, tambien se pueden oir los llantos de las dos mujeres siendo golpeadas y perseguidas escaleras abajo por el loco Nazi. Sven Eichmann.

Todos terminaron exaltadísimos por la historia y querían saber mas, como por ejemplo, la ubicación de la casa.

Resultó ser que quedaba a unos kilómetros fuera del pueblo. Y entre todos, se pusieron de acuerdo de que uno tendría que poner el auto, y este fue Luis.

Llegada la víspera de la gran noche, se juntaron a tomar una cerveza, se consiguieron un par de linternas y una cámara con visión nocturna.

El que tuvo la gran idea, Mariano, no pudo ir a la pequeña expedición, por haber cometido el tonto error de decirle a sus viejos a donde iba. Pero al menos convenció a su madre de que no hablase con los padres de los demás chicos.

Ésta mujer estaba muy en lo cierto, era peligroso ir allí, podría haber gente, ocupas viviendo en el lugar, o podría ser centro de reunión para actividades tabú, siendo corrientes un lugar lleno de las mismas.

Ya en la ruta, Enzo iba especulando lo bueno que iba a estar, que él iba a grabar todo con su cámara y que después iban a subir a youtube como un documental corto. Luis, manejando el auto con una mano y con la otra haciendo los cambios se reia, sabiendo que no iban a encontrar más que telarañas y pedazos de un hogar.

Llegaron a la ubicacon, era justo frente a una fábrica, una casa de madera muy grande y con una entrada larga de camino de tierra, según la descripción.

Era un campo enorme. Había un alambrado destruido, les llamaba mucho la atención que nadie lo hibiese comprado jamás, parecía tener buena tierra, había un pastizal de mas o menos la estatura de los protagonistas en algunas partes de la yarda.

Rodri se bajó a abrir las destruidas rejas hechas de madera húmeda, para que hiciesen entrar el auto. Pero al abnzar, se topadon con un par de botas apuntando hacia afuera, como si hubiese habido alguien parado, mirando hacia donde estaban ellos.

Todos se bajaron. Y se acercaron a mirar las botas, dejando claro, las luces del auto encendidas.

Vieron que una de las botas, las cuales parecían tener una facha militar, tenia una evilla de la SS y Rodrigo dijo-buue, de una, yo me guardo esto- y se acercó a tomarla, pero el fétido olor que desprendían los calzados, lo matubo alejado, los demás miraron bien y luis le dijo a Enzo- prestame tu cámara un segundo- se agachó y filmó de frente al par de cuero, diciendo- esta va a ser la tapa del documental… “Una Pérdida de Tiempo”- sus amigos se rieron con él y se metieron de vuelta al auto. Lu[is les dijo- no, de acá caminamos’ ellos se bajaron y le gritaron- qué? Qué decis?- cuando el muy firme rescpondió- ya manejé hasta acá, ahora vamos a hacer esto mas interesante, tengo la cámara, vamos caminando  y boludeamos un poco en el camino.

Enzo se bajó con una de las linternas, mientras Luis tenía otra en el bolsillo. Rodri simplemente empezó a acobardarse y decía- no loco, mirá si hay serpientes ahí en el camino, no, no, yo me quedo nomás, me quedo a cuidar el auto.-

Los otros dos le hicieron un par de burlas y se marcharon camino al hogar, más adelante.

Era llamativo, porque a medida que caminaban, y caminaban, y caminaba, la casa no parecía acercarse. Cuando el silencio del campo y su horrible clima húmedo con mosquitos en sus cuellos, Luis Y Enzo empezaron a caminar más rápido, hasta llegar hasta la puerta, la cual tenía el picaporte destruido.

Creo que es obvio decir que la casa estaba vaciada de muebles, habia sido totalmente saqueada. Los pisos eran unos tablones viejos, por los cuales al caminar , por estar hinchados por la humedad, sentías que alguien te seguía los pasos, que tenias a una persona pisándote los talones, lo que les provocó a mi amigo y su compinche darse vuelta asustados más de una vez.

En lo que parecía ser la cocina , había restos de comida, había bolsas de basura desparramadas y por todo lo que tenia pinta de haber sido el living, habían desparramadas partes de televisores y celulares desensamblados.

Esto hizo pensar a Luis que estar ahí, era una muy mala idea, estaban en el almacén de unos ladrones vulgares.

No se animaron a subir las escaleras, pero Enzo dijo- a que no te vas para abajo- abriendo una puerta que daba a la escalera del sótano- a que sí- le contestó mi buen amigo.

Y empezó a bajar. Acá le fue necesario encender la linterna. Él no la necesitaba en la planta baja, porque no había aberturas, como dije, se habia robado todo (ventanas, puertas traseras) y con la buena luz de la luna entraba por las aberturas y los orificios de las paredes.

En la otra mano sostenía la cámara, mi firmemente.

Al bajar la escalera, tenia a su derecha la baranda de la misma, y a la izquierda, una sólida pared.

En una pared del sótano, recostado por un placar le pareció ver algo que brilló, y llamó su atención.

Contra la pared de su izquierda, unos 4 metros por delante suyo estaba una enorme heladera, y mas adelante, se podía ver que sobresalía algo por detrás de esto, en el suelo, había un colchón, lleno de manchas de orín, y muy mugroso… pero en la esquina (pared-placar), unos dos metros más adelante del colchón, yacía un reluciente rifle, el cual se podía ver a la legua, que estaba roto. Pero aun así, era una bella reliquia.

Luis puso la enorme linterna en uno de los escalones, apuntando hacia donde estaba el arma, y se dirijo hasta allí para tomarla. Muy atento a la imagen en la cámara.

Pero empezó a escuchar una voz. Como si alguien estuviese temblando del frio. Y pensó que era su amigo que intentaba molestarlo aprovechando el eco de esta parte de la casa.

Cuando pisó el colchón, por la izquierda, escuchó un grito que lo dejó helado, y a través de la pantalla de imagen verde vio a un hombre muy anciano y delgado al punto de estar casi en sus huesos, sentado con la cabeza apoyada en donde se encontraban la heladera y la pared… pegando alaridos de dolor y derramando baba.

Gritó, salió corriendo escaleras arriba, atropelló a su amigo que se encontraba allí, y le decía- vamos vamos vamos vamos- con las piernas torpes y llenas de adrenalina.

De camino al auto, patearon las asquerosas botas y Rodrigo les preguntaba- qué pasó? Qué pasó?- y Enzo- no sé, no sé que le pasa- mientras Luis desesperado arrancaba el auto con dificultad.

Él les contó lo que vio, y sus amigos no le creyeron. Intentó mostrarles la filmación, pero resulta que él no estaba filmando, solo la tenía encendida y con la visión nocturna activada.

Al dia siguiente, se levantó, con las imágenes muy clavadas a su memoria, y empezó a pensar que posiblemente su imaginación le había jugado una pala pasada.

Al salir a su garaje, a buscar la linterna del auto para guardarle en su lugar, recordó que la dejó tirada en la escalera.

El portón de su garaje está bastante separado del suelo, y él veía a alguien parado allí afuera, podía ver los pies.

Esperó que golpeasen o dijesen algo, pero nada…

A medida que se acercaba a abrir y ver quien era o qué quería iba escuchando el sonido de moscas, y sintiendo un olor muy fétido
.

Abrió el portón y había UN PAR DE BOTAS CON UNA EVILLA DE LA “SS”