13/10/13

Dead Outbreak: Supervivencia (Parte 3)

Esta historia es continuacion de PARTE 2



-No, no, qué insinuas?-decía yo, defendiendo a mi amigo-  Fe…Felipe no es ningún… ningun violador, él.. él nunca…-

- esa chica fue consciente de todo lo que él hizo, ¿sabes? Y aun en este momento está sufriendo… vení conmigo pibe-

Poniendo su mano en mi espalda me llevó allí atrás con empujones.

Al entrar a la habitación, vi a la chica, amarrada de manos, con un bozal y una correa puesta, estaba desnuda, muy pálida y de su cuello para abajo manchada de sangre.

Mis piernas se rindieron y caí al suelo, tosí un par de veces, me cubría la boca y mis ojos lagrimeaban, sentía como si fuese a regurgitar un trago fuerte.

-¿cuándo empezó esto? ¿Cuando fue que las personas se convirtieron en esto?- pregunté entre arcadas.
El muchacho miraba a la mujer con mucha lástima, agarrándose los labios con el índice y el pulgar, mientras su otra muñeca reposaba en su cadera.

- la tiene desde ayer, esa sangre está seca y sus ojos bastante destruidos.- exclamó.

 Dándome el martillo me dijo- terminá con su sufrimiento pibe, ella ahora mismo nos está escuchando-

-eh? No, su corazón no late, está muerta, como puede…?- decía yo cuando él me interrumpió con

- te dije ya, un amigo fue una de estas cosas…y recuerda todo. Esta chica está sufriendo, hacele el favor-

-¡¿por qué yo?!- grité con fuerza. Su respuesta fue- porque en algún momento tenés que empezar…y cuanto antes, mejor, creeme.-

Y justo mientras se asomaba Nico por la puerta, levanté el martillo lo más alto posible y lo azoté contra el cráneo unas cuatro veces, hasta que vi que los únicos movimientos parecían convulsiones. El cuerpo tembló un par de segundos y quedó inmóvil. La sangre aun salía de su boca.

Volteé a ver y allí estaba Nicolas con la mano tapando su boca, recostado por una pared, temblando. El extraño puso su mano en mi espalda, la golpeo dos veces y dijo- tranquilo pibe, hiciste algo bueno.-

Nico respondió- ¿eso le decis? ¿Eso le decis después de que le aplastó el cráneo a una mujer inocente?-

El muchacho volvió a tomar el martillo que me había dado y con una mirada amenazante respondió- me parece que no entendés bien qué es lo que pasa-

Paranoico y lleno de asco mientras miraba al cuerpo desplomado, con los hombros encogidos y temblando dijo- si, entiendo muy bien lo que pasa… estas personas están enfermas, y vos… es, es ilegal que…-

El joven lo tomó del cuello, mientras que yo no sabía qué hacer, le dijo- dije que iba a matar a quien sea que aparente poner mi vida en peligro…y algo me dice que no estoy cumpliendo con mi palabra.-

Lo soltó y volvimos todos a la habitación de adelante. El bebé se había dormido de nuevo, y la madre miraba a sus alrededores.

Yo me fui hasta las heladeras y saqué una botella de agua. La abrí, metí un trago y pregunté en voz alta- Alguien tiene sed?- Y el pibe me miró muy serio y asustado.

 Me preguntó- cuando fue embotellado eso?- y yo confundido…sin cuestionarlo me fijé, respondí

- hace como 4 meses, ¿por qué?-

Él más relajado se acercó y dijo- dale, dame un trago, me muero de sed- y tomó la botella.

Mientras tanto, Nico caminó por detrás de él hacia las heladeras y tomó una botella de vino…parecía fingir leer la etiqueta mientras caminaba hacia nosotros.

GOLPEÓ al EXTRAÑO en la cabeza de tal forma que rompió la botella, y éste se tambaleó un poco. Mientras yo sorprendido di unos pasos hacia atrás hasta caer.

El joven padre tomó ventaja de la ocasión y quitó el arma del fuego del bolsillo del Muchacho. Y él al darse cuenta de esto, fue con una corrida mareada entre sillas y mesas al otro extremo de la habitación, mientras que Nico, malsosteniendo el arma lo apuntaba y gritaba- “QUIETO!!!! ¡QUIETO AHÍ HIJO DE PUTA!!!”-

Y se detuvo con la espalda contra el vidrio, respirando profundamente y soltando quejidos por el gran golpe.

-No puedo creer que no te desmayaste- gritó Nico, sonriendo, sintiéndose con mucha confianza.

 Y desde el otro lado de la habitación, mientras a milímetros de vidrio lo miraban apetitosamente los monstruos, dijo el muchacho-te tengo justo donde te quiero, hijo de perra-, entre cortas carcajadas.

A lo que el bien armado padre respondió con risas, seguido de- Vas a frenar la bala con el martillo? Eh? IMBECIL!- y siguió riendo. Tanto su mujer como yo, mirábamos atentos.

-No, no, no, no tenes idea del peligro que corremos todos con vos sosteniendo esa arma…-

-¿Por qué preguntaste cuando fue embotellada el agua? ¿Qué sabes que nosotros no?? EH!!!???-

-okay, okay, tranquilo… -dijo el muchacho, respirando más tranquilo y apretando los párpados del dolor- tuve un vecino…un mutante de mierda, caníbal. Digamos que lo dejé bastante hecho mierda antes de despedirnos… tres días después lo encontraron flotando en el rio-

Y Nico con el arma en alto dijo- dale, dale, al grano pendejo, no tengo tiempo- y el muchacho sonriendo dijo ahora-un amigo mío, policía, dijo que un medico fue a denunciar un acto terrorista… efectuado por ese cadáver.-

Y todos muy atentos oíamos…algo que nunca se había escuchado ni en la radio ni en la televisión.

-Ese médico, cardiólogo, encontró a mi vecino malherido, escapando de la policía…y lo mantuvo consciente y con vida por dos días, experimentando con él… -

Mi corazón latía cada vez más rápido escuchando la narración
-…él le insistía tanto en que lo lleve a Chaco, que el Doctor accedió. Quería vengarse de un tal Javier, quería matarme a mí.-

-así que ese es tu nombre- dijo Nico- Exacto-respondió él y continuó- ante la desesperación de no saber cómo encontrarme, mientras cruzaban el puente, le hizo una pregunta a su Científico loco, la cual fue “por qué nunca tomabas del mismo vaso de agua que yo?” y el médico respondió “podría sufrir de las mismas patologías”. Y así, el hijo de puta se bajo del auto y se tiró del puente… con la finalidad de algún día hacerme pasar por lo mismo que él. Ese mismo medico curó a mi amigo, el que está viniendo para acá, antes de que lo mandasen a matar, claro-

-Así que esto es en realidad tu culpa… ¿eso me queres decir?- decía enojadísimo Nicolás.

Cuando Javier respondió- ya fue, dame el arma.-pero Nico sonriendo y a la vez asustado dijo- ¿vos no entendés que acá es donde vos morís? Yo mando mientras tenga esto en la mano-

Pero con toda la razón del mundo, Javi insistió-no sabes ni agarrar esa arma, estas lejos, vas a errar el tiro y vas a romper el vidrio, todos acá vamos a morir por tu culpa. ¿Eso queres para tu mujer a hija?-

Me puse a pensarlo y…incluso si acertaba el tiro había posibilidades de que la bala siguiese de largo y rompiese el vidrio, así que dije instantáneamente- Nico… él tiene razón.-

- okay…okay, entonces voy a ir hasta allá y te voy a meter la bala por el culo-

Pero ni bien dio dos pasos, sonriendo Javi levantó el martillo y dijo- no vas a dar un paso más si amas a tu hija… que pasa si se me cae esto sobre el cristal???-

-No creo que seas tan estúpido- dijo el padre… asustado, tembloroso.

Pero el extraño respondió- no tenes idea de lo estúpido que soy.-

El padre dio un paso hacia adelante y Javier soltó un muy sonoro martillazo en el cristal, quebrándolo un poco.

El padre soltó accidentalmente un disparo hacia el techo y espantado dijo- Paráaaa pará tomá el arma.- y se la lanzó desde lejos.

Y Javier, muy Sonriente, guardando el martillo dijo-sos un buen padre, pero deberías de tener más cuidado con las decisiones que tomas.-


Yo empezaba a sentirme extraño, me picaban los ojos y sentía mucho calor… a diferencia de mi hermana, siempre fui de tomar mucha agua de la canilla… y pensé- Mierda… ¿estaré infectado?-