Esta historia es continuacion de PARTE 2
-No,
no, qué insinuas?-decía yo, defendiendo a mi amigo- Fe…Felipe no es ningún… ningun violador, él..
él nunca…-
-
esa chica fue consciente de todo lo que él hizo, ¿sabes? Y aun en este momento
está sufriendo… vení conmigo pibe-
Poniendo
su mano en mi espalda me llevó allí atrás con empujones.
Al
entrar a la habitación, vi a la chica, amarrada de manos, con un bozal y una
correa puesta, estaba desnuda, muy pálida y de su cuello para abajo manchada de
sangre.
Mis
piernas se rindieron y caí al suelo, tosí un par de veces, me cubría la boca y
mis ojos lagrimeaban, sentía como si fuese a regurgitar un trago fuerte.
-¿cuándo
empezó esto? ¿Cuando fue que las personas se convirtieron en esto?- pregunté
entre arcadas.
El
muchacho miraba a la mujer con mucha lástima, agarrándose los labios con el
índice y el pulgar, mientras su otra muñeca reposaba en su cadera.
-
la tiene desde ayer, esa sangre está seca y sus ojos bastante destruidos.-
exclamó.
Dándome el martillo me dijo- terminá con su
sufrimiento pibe, ella ahora mismo nos está escuchando-
-eh?
No, su corazón no late, está muerta, como puede…?- decía yo cuando él me
interrumpió con
-
te dije ya, un amigo fue una de estas cosas…y recuerda todo. Esta chica está sufriendo,
hacele el favor-
-¡¿por
qué yo?!- grité con fuerza. Su respuesta fue- porque en algún momento tenés que
empezar…y cuanto antes, mejor, creeme.-
Y
justo mientras se asomaba Nico por la puerta, levanté el martillo lo más alto
posible y lo azoté contra el cráneo unas cuatro veces, hasta que vi que los únicos
movimientos parecían convulsiones. El cuerpo tembló un par de segundos y quedó
inmóvil. La sangre aun salía de su boca.
Volteé
a ver y allí estaba Nicolas con la mano tapando su boca, recostado por una
pared, temblando. El extraño puso su mano en mi espalda, la golpeo dos veces y
dijo- tranquilo pibe, hiciste algo bueno.-
Nico
respondió- ¿eso le decis? ¿Eso le decis después de que le aplastó el cráneo a
una mujer inocente?-
El
muchacho volvió a tomar el martillo que me había dado y con una mirada amenazante
respondió- me parece que no entendés bien qué es lo que pasa-
Paranoico
y lleno de asco mientras miraba al cuerpo desplomado, con los hombros encogidos
y temblando dijo- si, entiendo muy bien lo que pasa… estas personas están
enfermas, y vos… es, es ilegal que…-
El
joven lo tomó del cuello, mientras que yo no sabía qué hacer, le dijo- dije que
iba a matar a quien sea que aparente poner mi vida en peligro…y algo me dice
que no estoy cumpliendo con mi palabra.-
Lo
soltó y volvimos todos a la habitación de adelante. El bebé se había dormido de
nuevo, y la madre miraba a sus alrededores.
Yo
me fui hasta las heladeras y saqué una botella de agua. La abrí, metí un trago
y pregunté en voz alta- Alguien tiene sed?- Y el pibe me miró muy serio y
asustado.
Me preguntó- cuando fue embotellado eso?- y yo
confundido…sin cuestionarlo me fijé, respondí
-
hace como 4 meses, ¿por qué?-
Él
más relajado se acercó y dijo- dale, dame un trago, me muero de sed- y tomó la
botella.
Mientras
tanto, Nico caminó por detrás de él hacia las heladeras y tomó una botella de
vino…parecía fingir leer la etiqueta mientras caminaba hacia nosotros.
GOLPEÓ
al EXTRAÑO en la cabeza de tal forma que rompió la botella, y éste se tambaleó
un poco. Mientras yo sorprendido di unos pasos hacia atrás hasta caer.
El
joven padre tomó ventaja de la ocasión y quitó el arma del fuego del bolsillo
del Muchacho. Y él al darse cuenta de esto, fue con una corrida mareada entre
sillas y mesas al otro extremo de la habitación, mientras que Nico,
malsosteniendo el arma lo apuntaba y gritaba- “QUIETO!!!! ¡QUIETO AHÍ HIJO DE
PUTA!!!”-
Y
se detuvo con la espalda contra el vidrio, respirando profundamente y soltando
quejidos por el gran golpe.
-No
puedo creer que no te desmayaste- gritó Nico, sonriendo, sintiéndose con mucha
confianza.
Y desde el otro lado de la habitación, mientras
a milímetros de vidrio lo miraban apetitosamente los monstruos, dijo el
muchacho-te tengo justo donde te quiero, hijo de perra-, entre cortas
carcajadas.
A
lo que el bien armado padre respondió con risas, seguido de- Vas a frenar la
bala con el martillo? Eh? IMBECIL!- y siguió riendo. Tanto su mujer como yo,
mirábamos atentos.
-No,
no, no, no tenes idea del peligro que corremos todos con vos sosteniendo esa
arma…-
-¿Por
qué preguntaste cuando fue embotellada el agua? ¿Qué sabes que nosotros no??
EH!!!???-
-okay,
okay, tranquilo… -dijo el muchacho, respirando más tranquilo y apretando los
párpados del dolor- tuve un vecino…un mutante de mierda, caníbal. Digamos que
lo dejé bastante hecho mierda antes de despedirnos… tres días después lo
encontraron flotando en el rio-
Y
Nico con el arma en alto dijo- dale, dale, al grano pendejo, no tengo tiempo- y
el muchacho sonriendo dijo ahora-un amigo mío, policía, dijo que un medico fue
a denunciar un acto terrorista… efectuado por ese cadáver.-
Y
todos muy atentos oíamos…algo que nunca se había escuchado ni en la radio ni en
la televisión.
-Ese
médico, cardiólogo, encontró a mi vecino malherido, escapando de la policía…y
lo mantuvo consciente y con vida por dos días, experimentando con él… -
Mi
corazón latía cada vez más rápido escuchando la narración
-…él
le insistía tanto en que lo lleve a Chaco, que el Doctor accedió. Quería
vengarse de un tal Javier, quería matarme a mí.-
-así
que ese es tu nombre- dijo Nico- Exacto-respondió él y continuó- ante la
desesperación de no saber cómo encontrarme, mientras cruzaban el puente, le
hizo una pregunta a su Científico loco, la cual fue “por qué nunca tomabas del
mismo vaso de agua que yo?” y el médico respondió “podría sufrir de las mismas
patologías”. Y así, el hijo de puta se bajo del auto y se tiró del puente… con
la finalidad de algún día hacerme pasar por lo mismo que él. Ese mismo medico
curó a mi amigo, el que está viniendo para acá, antes de que lo mandasen a
matar, claro-
-Así
que esto es en realidad tu culpa… ¿eso me queres decir?- decía enojadísimo
Nicolás.
Cuando
Javier respondió- ya fue, dame el arma.-pero Nico sonriendo y a la vez asustado
dijo- ¿vos no entendés que acá es donde vos morís? Yo mando mientras tenga esto
en la mano-
Pero
con toda la razón del mundo, Javi insistió-no sabes ni agarrar esa arma, estas
lejos, vas a errar el tiro y vas a romper el vidrio, todos acá vamos a morir
por tu culpa. ¿Eso queres para tu mujer a hija?-
Me
puse a pensarlo y…incluso si acertaba el tiro había posibilidades de que la
bala siguiese de largo y rompiese el vidrio, así que dije instantáneamente-
Nico… él tiene razón.-
-
okay…okay, entonces voy a ir hasta allá y te voy a meter la bala por el culo-
Pero
ni bien dio dos pasos, sonriendo Javi levantó el martillo y dijo- no vas a dar
un paso más si amas a tu hija… que pasa si se me cae esto sobre el cristal???-
-No
creo que seas tan estúpido- dijo el padre… asustado, tembloroso.
Pero
el extraño respondió- no tenes idea de lo estúpido que soy.-
El
padre dio un paso hacia adelante y Javier soltó un muy sonoro martillazo en el
cristal, quebrándolo un poco.
El
padre soltó accidentalmente un disparo hacia el techo y espantado dijo- Paráaaa
pará tomá el arma.- y se la lanzó desde lejos.
Y
Javier, muy Sonriente, guardando el martillo dijo-sos un buen padre, pero
deberías de tener más cuidado con las decisiones que tomas.-
Yo
empezaba a sentirme extraño, me picaban los ojos y sentía mucho calor… a
diferencia de mi hermana, siempre fui de tomar mucha agua de la canilla… y
pensé- Mierda… ¿estaré infectado?-