RECORDAD que todos y cada uno de los textos Narrativa Implacable estan basados en anécdotas reales. Sin excepción.
Corría el año dosmil y pico y me encontraba en días de ocio. Sin mucho que hacer decidí programar una cita con una persona muy querida para mi…la llamaremos……………. La Sra Smith.
Durante el encuentro decidí invitarla a un lugar más alejado de las multitudes, para hablar de una forma más tranquila y evitar barullos.
Cuando procedimos a sentarnos en un lugar, mientras ella me hablaba puse mi brazo por detrás suyo y apoyé mi mano sobre un bloque de cemento que se encontraba del otro lado.
Me hallaba bastante hipnotizado con la boca y los ojos de ésta chica, por lo cual no estaba muy pendiente de nuestro entorno. Empecé a sentir un cosquilleo en la mano, pensé en decirle que parara, pero no, no era ella, sus dos manos estaban al alcance de mi vista.
Cuando decido retirar la mano del bloque de cemento…pude ver claramente a miles de hormigas correteando en ella.
La Sra Smith salió gritando y yo claro, “sacudí la mano” y decidimos ir a otro lugar, pues esta vez fuimos a uno menos… infestado. Esta vez veíamos de frente la costa del Rio y también teníamos una vista del iluminado puente, durante el atardecer.
Bastante PIOLA en mi opinión, atardecer, linda chica, un suave abrazo, el rio a tan solo unos metros, el sonido provocado por las ligeras corrientes de agua...todo perfecto, imperturbable.
Pero como a la continuidad de los hechos y las rarezas que me ocurren les gusta toquetearse entre sí, se combinan y terminan formando situaciones mutantes como la que tuve que atravesar esa noche.
Como me sentía muy relajado, y supongo que ella también, le ofrecí sentarnos en los viejos escalones frente a nosotros. Dijo que sí, pues nos sentamos y no pude evitar robarle un beso.
Fueron más o menos 15 segundos que mantuve cerrados los ojos, para cuando los abrí, la luz del sol ya era prácticamente nula, el horizonte, bien llamado La Ciudad De Chaco, en esta ocación, y los faroles detrás de nosotros ya se habían encendido.
La luz que llegaba hasta la costa del rio era muy poca. Pero justo logramos divisar a un hombre allí debajo. No era nada extraño que hubiese alguien allí, siempre hay algún que otro pezcador.
Solo se lo veía desde su clavícula hacia arriba. Y Miraba constantemente hacia abajo.
La señora Smith, con su sonrisa de costado, su mente llena de mugre y perversión y ojos enormes bañados en expectación, dijo- que está haciendo?- a lo que no respondo por falta de procesamiento de la situación. Pero ella dice- se está tocando mientras nos mira- y yo le contesté-naa, no creo- pero mi querida amiga insiste- Sí! se está pajeando boludo-.
Y fue allí cuando miré bien su hombro…su hombro derecho hacia un movimiento similar al de un celular vibrando…pero aun MAS rápido.
Observé que movía la cabeza como un gato a punto de tomar una decisión, de si saltar o no. Nos miraba, y miraba para abajo, y nos miraba…y miraba para abajo, todo en cuestión de fracciones de segundo.
Mientras intentaba cambiarle de tema de conversación a esta chica, miraba fijamente al hombre, a ver si lograba intimidarlo o hacerlo sentir vergüenza… al menos que se le baje la chota y así no pueda seguir con el trabajo. Pero sus ojos eran profundos, llenos de maldad y perversión. Sus habilidades con el sable laser eran impresionantes, dignos de un Sith… de un Sith Vergüethza.
Pues no, simplemente mirándolo no logré intimidarlo, solo aumenté su morbo, lo había subestimado, mientras que él…seguía agitando la verita, y reparando un poderoso “expeliarmus”… creo que por un humor más grafico, sería más conveniente usar el término “expecto patronum”
A lo que decidí comprobar la Hipótesis de la Sra Smith y le di otro beso, pero esta vez, dejando mi cabeza en un ángulo tal que yo pueda ver a este hombre…y se quedó atentamente mirando… la concentración en su rostro es comparable a la de un jugador profesional de ajedrez en el que será su último movimiento, el que le dará el CHECK-MATE, y está decidido a alcanzar su éxtasis sexual máximo en ese mismo lugar, a esa misma hora, en ese instante, a lo que no resistí, mi Morbómetro explotó y decidí tomarme el palo…eeeh digo, irme de allí…
Pero nunca olvidare la expresión de su rostro. Y el día en que participé en una porno suave en vivo, y dí un show en vivo…
En síntesis, un tipo me dedicó la mitad de una paja