24/9/11

Narrativa Implacable #1 - La Misión


Corría diciembre del año 2010, me encontraba yo de viaje por una parte de Italia, cercana a Los Alpes. Por el momento era éste un viaje organizado por el Rotary Club, no es necesario dar más datos al respecto, quienes me conocen, entienden bien el contexto, quienes no, dejen que su imaginación vuele.



Pues como anteriormente mencioné, el Rotary organizaba esto, y siendo nosotros, en gran mayoría , estudiantes de intercambio, no teníamos permitido consumir alcohol, y el control al respecto, era estricto.



Para llegar a los Alpes, tomábamos todos los días un Bus, el espacio entre el Hostel y la zona para esquiar…era muy grande, algunos días tuvimos la oportunidad de ir de compras a un pequeño mercado. Donde estábamos bajo control de los “Rotarianos” ( unos adolescentes buena onda y un viejo que no quería que tengamos sexo ni que consumamos drogas, oséa, una mala persona), por lo tanto, nuestro trabajo se volvía dificultoso.



Uno de los días, con una chica a la que vamos a llamar… la agente “Zero”, llegamos a la conclusión de que debíamos conseguir un poco de diversión para la noche, y no, no hablo de pornografía, ya que eso no nos faltaba(llevé mi laptop).



Precisábamos conseguir alcohol para pasar la noche, porque claro…puedes tener diversión sin alcohol, pero también puedes tener alcohol sin diversión, no?



Pero el mercado era pequeño, las bebidas alcohólicas tenían una ubicación geográfica que parecía ser estratégica para que los hijos de… Rotary nos vieran sacarlas de su lugar, luego de las compras iríamos caminando al Hostel.
Teníamos una mochila incluso, pero no.
La cajera incluso recibió órdenes de no vendernos alcohol. Nos encontrábamos en una situación bastante jodida, o como decía ella… estábamos en el horrrrno! Salimos a la calle, ya resignados y sin ningún plan de resguardo, hasta que dos de los Rotex se levantan y dicen, muchos de los chicos están cansados ya, quieren ir y ducharse antes de comer.



Eran aproximadamente las 6:30 y el mercado cerraba a las 7. No había tiempo para volver más tarde. Decidimos meternos con ese grupo y realizar una gran jugada, increíblemente, sin comunicarnos, pensamos en lo mismo. Decidimos seguir más o menos de lejos a uno de los grupos, mientras el otro estaba de compras. Luego nos separamos y nos escondimos detrás de una de las casas, todo esto bajo la tensión constante de la nieve cayéndonos en la cara y esquivando luces de autos.



Ya detrás, con nuestro plan casi terminado, escuchamos a un grupo de angloparlantes pasar por delante de la casa. La Agente Zero piensa en sacrificarse, ir con la mochila y comprar las bebidas. Por que era esto un sacrificio? Pues muy simple, no sabíamos si las personas se encontraban allí todavía, si quedaba otro grupo con gente del Club. Pues lo hizo, tomó la mochila, se encaminó hacia su destino, posiblemente su última misión. Antes de marcharse, me dijo que si en 10 minutos no volvia, era porque falló. También me dijo que si pasaba más tarde con otro grupo, gritaría una señal que me indicaría que no queda más nadie en el mercado.



Pues asi fue, el llegar al mercado, aun habían intercambistas y un rotex. Ella utilizó la excusa de haber vuelto porque su amiga, a la que llamaremos, la agente ANTTA, olvido devolverle la billetera a Tati…quiero deciiir a la agente ZERO.



Habían pasado 15 minutos, yo estaba sepultado en nieve y ella no había vuelto, pasadas ya las 7:00 oigo pasar a un grupo de gente, la agente Zero grita- no queda más nadie en el kiosco?! Como si le dirigiese la pregunta a alguien. Debido al gran silencio de las montañas, pude escucharla.



Me encamine hacia el mercado, el cual ya había apagado la mitad de las luces, la mujer que atendía me permitió hacer la ultima compra de la noche, al momento de cobrarme me sonrió, me vendió las birras y me marché camino hacia el hostel.



El camino era mas largo de lo esperado, y las bolsas se me rompían por el peso atómico de las botellas (¿?)
Así es, Zero tenía la mochila para cargar las birras, no me quedo otra más que meterlas en mi abrigo. Me quité la campera, colgué las bolsas en mis hombros y me la volví a poner, escondiendo asi las pruebas del crimen por si al llegar me topaba con algún Rotex. Pero que ocurría? Quedaban aun 4 cervezas por ocultar, se hacía tarde, los demás estaban por iniciar la cena sin mí, notarían mi ausencia. 


Instintivamente tomé las 4 cervezas e introduje 2 en cada manga de mi abrigo. El peso era excesivamente …excesivo, y el camino, interminable, con una fachada similar a las zonas oscuras de Silent Hill.



Al llegar, no podía mas necesitaba descansar, y me arrodillo de golpe, levanto la mirada, y veo una silueta acercándose a mí. Sentí como mis testículos subieron, se convirtieron en ovarios, y luego ascendieron hasta mi tráquea. Pues al escuchar su voz, me alegro, nada más ni nada menos que Zero, ella no me dejo atrás, estaba afuera esperando que yo vuelva, bajo la excusa de- me voy afuera  a fumar un pucho.



Me dijo que el comedor, que se encontraba a la entrada, estaba completamente lleno de personas, no podíamos pasar, así que hicimos un hueco en la nieve, apuradisimos y empezamos a poner las botellitas de cerveza allí. Antes de que lográramos cubrirlo, dos faroles de auto nos encandilan, el dueño del hostel había llegado, tiramos mi abrigo para cubrirlas y desaparecemos en la oscuridad del costado del hostel.


Ella entra a buscar un bolso, sosteniéndolo bajo para que las mesas impidan a los Rotex verla. El resto es bastante simple, cargamos las birras en el bolso, las llevamos arriba y las dejamos reposar hasta la hora en la que las bebimos con el culo lleno de orgullo, las bolas en la garganta, y los hombros adoloridos.