2/10/13

Dead Outbreak: El vecino 2 (parte 2)


Bienvenidos a la segunda parte de Dead Outbreak: El Vecino 2 Segunda parte, disfruten. 

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Parte 2




El vehículo yacía detenido a unos dos metros del hombre enfermo, las luces lo iluminaban completamente, mientras masticaba, babeaba y sus antebrazos temblaban.

Vestía una ropa de hospital, parecía tener más o menos 20 años, Cabello corto, un tipo robusto. Parecía haber algo raro en uno de sus antebrazos. Y en su cráneo había algunas abolladuras.

Como los infectados no pueden parpadear, éste apartaba su rostro de los faroles, pero aun así, caminaba a ciegas hacia el auto, por percibir nuestro olor.

Comencé a respirar muy fuerte, estaba paralizada, solo sentía la vibración del auto por debajo de nosotros y podía oír uno gruñidos provenientes de la garganta del anfitrión de esta aterrorizante situación. Sentía sus pies mal apoyados en el suelo, uno delante del otro, de forma arrítmica.

Empecé a mover la rodilla de Dami con mi mano, mientras le decía- dale, dale arrancá, por favor, vámonos- y me ardían los ojos de lo abiertos que estaban por la exaltación.

Él estaba paralizado mirando hacia adelante, veía como transpiraba su frente.

-nunca vi uno, en persona- me dijo, sin quitarle de encima los ojos al caníbal.- solo por televisión-

-¿Que decis? Arrancá, está muy cerca-

- ¿vos crees que nos muestran a estas cosas por televisión para que no salgamos? ¿Para que nos quedemos encerrados, con miedo?-

-¡no sé!-le  decía ya llorando, viendo como el monstruo rodeaba el capot acercándose a la puerta del conductor- no sé, no es momento, por favor arrancá y vámonos-

- para mí siempre fue así- dijo ya mirándome a la cara, mientras en su ventana el monstruo babeaba desentendido por no comprender que el cristal nos separaba de él, y allí vi que una de sus manos no estaba, solo salían de su antebrazo el radio y cubito y su herida parecía una quemadura masticada por peces - ¿para qué siempre nos muestran las noticias? para que nos encerremos en casa con miedo, creyendo que necesitamos a las autoridades.- y encendió el motor y aceleró.

Mientras la velocidad aumentaba, me puse el cinturón de seguridad. Me dolía mucho la cabeza.

No hablamos durante todo el camino, pero podía oírlo a él tomar aire de vez en cuando, retenerlo y soltarlo despacio.

Cuando entramos al campo, estacionó el auto un poco lejos de la casa y apagó el motor.

Instantáneamente, me bajé, azoté la puerta, fui hasta el otro lado y abrí la suya.

-¿que mierda fue eso?- dije mientras lo miraba allí sentado, con el cinturón de seguridad puesto, las menos en el volante y mirando hacia el frente.-¡ contestame Damián!¿Que fue eso?-

Sacudió la cabeza, como si despertase de un sueño y dijo- nada, nada- presionando los labios

Creo entender lo que ocurrió. Obviamente, él no pensaba admitirlo, tanto por ser hombre como por su edad, y su relación conmigo. Se asustó, de verdad, tuvo mucho miedo. Y esa corta conversación fue su reacción al shock que este susto le causó.

Fuimos hasta adentro, pisando todo el espacio de barro y eso me hizo recordar lo que noté al llegar. Que alguien había plantado algo recientemente.

Cuando entramos, vimos a Tomy Cocinando y Ciara poniendo la mesa.

Tomás se volteó y al ver que tenia puesto un delantal rojo retuve mi risa con la mano- ¿que haces? ¡Jajaj!-

Me miró con una sonrisa y dijo- y eso que no me viste con la tanga puesta-

Todos nos reímos, y preferí no mencionar la situación vivida unos momentos atrás, simplemente para no refrescar la memoria de mi chofer, quien parecía haber realmente sufrido un buen susto.

Me senté en la mesa con vaso con agua y luego de un par de tragos, con la mirada perdida, me preguntó mi amiga- ¡hey! ¿Estás bien?-

-sí, si, ¿por?-

-no sé, te veo…pensativa-

Levanté el mentón y con mis cejas expresando duda pregunté-¿Tomy…?- éste volteó, con su delantal y con una cuchara de madera en la mano- ¿hace cuanto compraron la casa?-

-hace unos 5 días…por?-respondió.

Y yo proseguí- ¿y ya plantaron vegetales?-

-no, para nada. ¿Por qué?-

-La tierra parece removida, o sea, no necesariamente arada, pero parece… no sé, no me des bola nomás- dije, sin saber cómo expresarme, mientras Dami se sentaba al lado mío a escuchar bien de lo que hablaba.

Fue una cena bastante entretenida, quien estaba al lado mío logró distraerse y combinando su capacidad para hablar ridiculeces con la de Tomás… lograron hacernos reír hasta que duela. De verdad. Llegado cierto punto, reír ya no era divertido, no mientras comíamos.

Como los otros dos ya habían cocinado y puesto la mesa, fue nuestro turno de lavar los platos.

Todo estaba muy calmo, demasiado tranquilo, y decidimos salir a disfrutar del aire nocturno de esa zona.

Tomamos unas silletas y nos fuimos a la parte del frente de la casa, y cada uno con su lata de cerveza, excepto yo, con una botella de agua saborizada y mis cigarros.

-esta bueno poder estar en un espacio tan amplio, tan abierto, sin miedo- Dijo Ciara.

-sí, sin miedo de que los infectados sean atraídos- completó Tomy.

Pero los interrumpí- no es tan así acá en Entre Ríos. O sea las calles no están llenas, como si fuese un apocalipsis, probablemente así haya sido en Corrientes en su momento.-

Pero la chica allí presente me respondió-igual, de todas formas, no podemos tocarles un pelo a esas personas, porque por más peligrosos que sean, la ley los toma como humanos. Matas a uno y vas preso, por más que sus corazones no hayan estado latiendo cuando te atacaban. Pero bueno…por suerte acá voy a dormir tranquila, no hay ninguno cerca-

Miré a Damián, quien estaba tomando cerveza. Cuando él me miró, parecía que estaba a punto de decir algo, pero yo moví la cabeza, en señal de que era mejor no contar la reciente experiencia vivida. Y creo que entendió, por mas indirecta que fui.

No queríamos asustarlos, lo mejor sería trabar bien las puertas de noche y sentirnos seguros.

Empezó a sonar muy fuerte la música en la casa del otro lado de la ruta.

-hijo de puta…no nos va a dejar dormir este tipo- dijo Tomás. Y su amigo, resucitando su humor dijo- claro…-Guiñando el ojo- “Dormir”…- ambos se rieron y por no tener mucho que hacer decidieron ir a hablar con su vecino de enfrente y arreglar hasta qué hora seria su fiesta, su música no nos resultaba muy agradable.

Supongo que no les importaba en realidad el ruido de noche, sino que… solo querían ir a molestar a alguien, está en su naturaleza. En su humor.

Ya a solas con mi amiga, me sentía muy incómoda, y ella contribuyó a que eso empeorase

- y? pensaste en lo que te dije… lo que hablamos?- me preguntó.

-Pará, por favor- decía sonriendo y tapándome la cara.

-jajaj si te molesto decime nomás-

-bueno, la verdad…sí , eso me molesta, me molesta mucho porque siento como si cada vez que estoy al lado de él, me estuvieses espiando por encima de su hombro, de verdad, pará, cortala- le dije, elevando cada vez más mi tono.

-bueno che, no es para tanto boluda- me dijo, pareciendo ofendida.

-¿no es para tanto? Hace un rato me dijiste puta (porque fumo) y me pedís que me coja a alguien así como si nada. Sí, es para tanto-

Hubo un silencio prolongado, solo oíamos los pastizales moviéndose con el viento y la música de enfrente bajando su volumen de a poco.

No creo que mi reacción haya sido exagerada. Después de la conversación que tuvimos antes de eso, no me sentía cómoda con ella, ni con mi chico, ni conmigo misma.

Los chicos volvieron. Los divisamos desde lejos. Al estar a solo unos metros dijo uno de ellos- bah, que silencio acá.- y cuando crucé miradas con ella sentí como si dos espadas chocasen y quedasen vibrando.

-¿quieren ir para allá?- preguntó Tom

-estoy con sueño ya- dijo la chica a mi izquierda, guiñándole el ojo.

-igual es un tipo raro- mencionó Damián mientras se sentaba en su silleta.

-por?- pregunté.

- hablamos un rato con él- narraba Tomy- primero empezamos a joderle por lo de la música alta, y prometió bajarla, pero primero teníamos que tomarnos unos shots con él-

-jajaj buenísimo!- gritó Ciara.

-Yo no tomé loco- dijo Dami, sonriendo pero tapándose la boca- tenía un color medio raro eso, para mí que tenia agua sucia.

-yo si- siguió Tom-tenía un gusto a… Licor con agua, no sé. De verdad se sentía medio aguado.-

Interesada en el tema pregunté- ¿y quién es el tipo ese?-

Quien estaba aun de pie me respondió-un microbiólogo, doctor, según nos dijo. Ésta de acá en frente era su casa de vacaciones, él es de chaco. Pero desde que es peligroso trabajar allá, se vino para acá y vive de sus ahorros.-

Entonces, sentado al lado mío, mi chico dijo- imaginate su sótano, con un ZOMBI atado al cual le hace pruebas para ir conociéndolos- y la chica que estaba a mi izquierda le tiró una lata vacía al autor del chiste, gritándole:

-¡no les digas así! No son Zombis, son personas enfermas.-

Pero entonces un poco confundida, mientras me reía por la broma recién mencionada- ¿y por qué es un tipo raro?- pregunté.

-Y por empezar … en esa fiesta no hay nadie. A parte de que nos haya invitado un trago, ni siquiera nos preguntó nuestros nombres, solo…cuántos estábamos acá. Y también tiene un telescopio apuntando hacia acá.-

-¡qué hijo de su madre! ¿No le preguntaste por qué?- preguntó Ciara.

Y Dami respondió- al parecer él era el dueño de este terreno hasta hace unos días… plantó algo acá y así observa cómo crecen. También suele vigilar si no hay ocupas.

-Ya sabía!- Dije emocionada por haber tenido la razón respecto a la tierra.

No pasó mucho tiempo hasta que nos fuimos todos adentro.

Mientras fueron a las habitaciones, les pedí que me dejasen el living para que siguiese con la lectura del libro que me había llevado.

Con todo el silencio de esa casucha y la bastante escasa luz… escuché un ruido afuera.

Entre los de las chicharras y grillos, así como el viento haciendo que las persianas mal cerradas se golpeasen…oía a alguien caminar afuera. No sé cómo era posible, tal vez por mi nivel de concentración en plena lectura.

Me asomé a una de las ventanas… y estaba un hombre, con una carreta con bidones grandes de agua.

Me paralicé, ya que no entendía nada.

Levantó uno de estos, y por la poca luz que había, la cual era proveniente de la luna, noté que era agua muy sucia. Y empezó a tirarla por toda la zona donde la tierra parecía haber sido removida.

Era este nuestro vecino regando sus…”plantaciones”.?

Dead Outbreak: El Vecino 2 (Parte 1)

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Parte 1

“quisieron matarme, prendieron fuego mi casa. Pero no solo sobrevivi. Sino que pude quitarles ese valioso cadáver de la morgue”

Dead Outbreak: El Vecino 2

Caminando con los hombros encogidos por la ruta mientras amanece. Tiemblo y del cuello hacia abajo tengo todo el frente del tórax lleno de sangre casi del todo seca.

Recuerdo cuando la experiencia inició.

-¿falta mucho?- preguntó Damián (despertando de su siesta viajera) a Tomás, quien manejaba el auto por el momento.

-Te dormiste media hora nomás- dijo Ciara, desde el asiento de acompañante.

-¡pero la puta loco! Que bronca- gritó furioso- ¿por qué se les dio por comprar tan lejos el terreno?

-hey, no cualquiera se compra un campo, y hablá más bajo que le vas a despertar a Mili- exclamó el conductor, refiriéndose a mí.

- tarde chicos, estoy arriba desde el FALTA MUCHO que me gritó en el oído este tipo…- dije.

-perdón, sabes que te quiero- se disculpó Dami y me dio un beso en los labios.

Ciara, mientras leía un diario, sobre los horribles asesinatos en masa que estaba sufriendo el país, nos preguntó a todos- ¿me van a tomar de estúpida si les digo esto?-

A lo que Damián contestó con- ¡formulá bien tu pregunta… estúpida!-

Y todos excepto ella nos reímos a carcajadas.

-buenoo ey…-

-¿Qué cosa Cici?- preguntó nuestro chofer a su acompañante mientras le hacia un mimo pellizcándole la pera.

Con un poco de timidez, ésta preguntó- ¿ustedes creen que…esta cosa, que levanta a personas recientemente muertas, afecte también a los ya enterrados… o no es así porque sus almas ya, como que, descansan?-

Quien iba al lado mío puso la palma contra la frente y me miró mordiéndose el labio inferior, seguido de- aay neena- y eventualmente, le desparramo el peinado con la mano, tomándola de tonta, diciendo también- y eso que ya no estás teñida de rubia.-

-Hey basta che, cálmate- le dije al payaso, para que frenara un poco con los chistes pesados. Él al parecer de verdad tomó la pregunta como algo absurdo…pero no lo era tanto para mí.

-¡a dónde vas con eso Cici?- pregunté muy curiosa.

-es que… mirá, los infectados tienen un tiempo de descomposición más lento que el de un cadáver normal, aun así, si a un cadáver normal le ponen sangre de un infectado antes de los 7 dias de muerto, hay actividad cerebral- puso la mano en la frente y una expresión de cólera en los ojos- supongamos que las moscas puedan transmitir esto, supongamos que los gusanos también, y que llegue a alguien bajo tierra. Lo que me imagino es a algunas personas arañando sus tumbas desde adentro…-

Hubo mucho silencio por unos segundos, nadie cruzó miradas con nadie, cada uno apuntó la cabeza hacia otro lado… apretando los labios.

Y mientras solo escuchábamos las ruedas contra el pavimento, el viento golpeando el vehículo y el agua cayendo en la yerba mientras Ciara servía el mate:

-disculpame- se oyó desde mi izquierda.

Ambas volteamos a verlo- esa fue una muy buena pregunta.- dijo Damián, abandonando el humor.

-acá les tengo otra- dijo el conductor, muy entusiasmado.

- Sorprendeme- respondió Dami.

-¿quiénes van a dormir en la cama matrimonial?- todos nos quedamos en silencio… sabiendo que en la casa de campo hay solo dos habitaciones y una de ellas es la que tiene la cama grande…

El silencio lo rompió quien iba al lado mío, como siempre, con un chiste- jajaj, ssé, dormir-

Todos nos reímos y él mismo retomó la cuestión- y vos loco, vos sos el dueño de la casa y te trajiste a tu mina…por qué habrías de preguntarnos?-

-eem…porque ahora que me acuerdo… él dijo que la que no tiene la cama matrimonial tiene el ventilador- nos informó Cici.

-esto se pone interesante…- dije yo, seguido de- asi que los que se acurrucan cómodos duermen mal…-

-y los que duermen bien se revuelcan incómodos- completó Tomás.

-Dormir…que es eso?- replicó Dami poniendo su brazo por detrás mío.

Y así fue, solo hablar pavada tras pavada hasta llegar a la preciada casa de campo.

Notamos que el terreno de enfrente, es decir cruzando la acera nada mas, organizaba una gran fiesta. Vimos un amplio quincho, al parecer recientemente construido, dos freezers y muchas personas cargando cajones de cerveza.

Al llegar lo primero que hicimos fue estirar las piernas, y a la nublada luz de la tarde, más o menos las 5 PM nos pusimos a bajar nuestros bolsos y todas las cosas necesarias para pasar el fin de semana allí.

Después de dejar mi mochila en el living encendí un cigarrillo, recostada por un árbol junto a la casa. Miré el suelo, alrededor de la casa y noté que había mucha tierra removida, como si alguien hubiese plantado vegetales recientemente.

Desde lejos noté que Ciara me sonrió, cerro el baúl del auto y con las manos atrás vino a mí.

Al estar a solo un par de metros de mi, las puso adelante, tenía dos latas de cerveza, sonreía muy alegóricamente, diciendo- ¿sabes que si Damián te ve fumando le va a dar asco no?-

-¿De dónde sacas eso?- pregunté yo.

- a los chicos les de asco una mina que fuma, tienen gusto feo en la boca y pinta de puta.-

-primero que nada esto es de menta, y segundo, no creo tener pinta de puta, tenerlo ni me molestaría, sé que no soy. Vos no sos puta y aun así estuviste con más chicos que yo…-

Abrió una de las latas y me dio la otra - ¿dónde van a dormir ustedes?-

-en la de camas separadas- respondí.

-¡AAAAH! ¿Por qué sos así con él?- me dijo y la miré confundida y terminó con- no le hagas eso, pobre pibe.-

- ¿de qué me hablas Ciara?-

Bebió un trago y me dijo encogiendo  los hombros - ¿sabes cómo se va a sentir cuando no le dejes que te haga? Su concepto de vos va a cambiar…mucho. ¿Y qué haces sosteniendo esa birra? tomátela-

-No consumo alcohol… y no me mires así. Lo conozco hace un par de semanas, yo nunca tuve relaciones boluda, encima… su concepto de mí no va a cambiar, si es el buen pibe que creo que es…- me interrumpió.

-sí, va a cambiar, porque… O sea, ¿para qué viniste acá? A que más pueden venir un grupo de pendejos a una casa lejos de todo? No vinimos a jugar a la copa y contar cuentitos de terror al lado del fuego. Va a pensar que sos una pendeja que no pasó de los 15 años y no sabe lo que quiere.-

-Gracias- le dije- sos una excelente amiga…- mientras me alejaba del árbol.

-no, no te ofendas- me dijo abrazándome desde atrás y hablándome al oído, con mi cabello en su cara- te digo esto porque de verdad quiero que estés con él. Se llevan bien, es un cago de risa y es uno de los mejores amigos de Tomás, no metas la pata Mili-

Me di vuelta, tiré mi cigarrillo y dije- voy a pensarlo.- y PAF le pegué una cachetada, haciéndola escupir cerveza.

Me preguntó- ¿eso es por decir que pareces puta?- y mi respuesta fue- en realidad había un mosquito en tu mejilla y aproveché.

-¡Hey! ¡Chicas! Vengan- Nos gritó Tomás desde dentro.

Ya dentro, acomodamos nuestras cosas y decidimos quien iría a qué habitación.

Damián me dijo, más o menos a las 8 de la noche- che, ¿queres pasear en el auto?-

Le miré muy tímidamente y respondí- no sé…-

Pero entonces él me sonrió y dijo- ¿“No Sé”? jajaj, dale, vamos.- y cedí.

Anduvimos en el auto por un tiempo  muy breve, ni siquiera le pregunté a dónde íbamos, no me salía el habla, estaba pensando en mi conversación con mi amiga.

De repente dijo- ahí- y estacionó en frente de un cementerio muy pequeño en la mitad de la nada.

-¿qué haces?- Le pregunté mientras se bajaba.

-Vení, no tengas miedo- me dijo él. Y me bajé del vehículo.

Allí, de pie frente a todas las tumbas, puso su brazo detrás de mí.

-¿crees que alguno de ellos se sacuda en el cajón?- dijo mirando fijo al suelo.

-¿por qué me trajiste acá?- Le pregunté.

-Para jugar a la copa y contar historias de terror- respondió con una sonrisa irónica.

Me subió un escalofrío hasta el cuello, creyendo que escuchó mi conversación con Ciara, pero luego noté que era imposible. No podía haber escuchado, estábamos muy apartados de la casa y ellos en el living.

-jajaj, no sé por qué te traje acá.- me dijo inflando el pecho, dándome palmadas en la espalda, y su otra mano apoyada en su cintura- la verdad yo quería venir acá a hacerme esa pregunta y… te ofrecí venir.-

-de verdad me espanta un poco la idea, preferiría que volviéramos- le dije, y aceptó sin problemas.

Mientras volvíamos, a muy baja velocidad, pude tomarme unos segundos para pensar, sentí como si todos los sonidos se alejasen por un momento, solo podía escuchar a Ciara diciéndome aquellas cosas… mientras volteé a mirar a Damián, quien miraba muy atento la ruta, en la oscura noche.

De repente, pisó el freno a fondo y mi cabeza fue directo hacia la guantera. El golpe me dolió mucho, hasta llegué a pegar un grito.

Lo miré y dije a gritos- ¡¿qué te pasa?! – y esperé que se disculpara, pero ni me miraba, sus ojos estaban atentos hacia adelante y su frente llena de arrugas.

Volteé a mirar hacia adelante, frente al auto, iluminado por los faroles estaba un hombre con su dentadura expuesta, masticando lo que posiblemente eran sus propios labio y mejillas.




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