Hacer tu
propia novela de la tarde, destinada a un público de mujeres solteras, o
casadas que creen que solteras serían más felices o jóvenes chicas que tienen
novio pero creen que los hombres son lo peor del universo (aunque no puedan
vivir sin ellos) puede resultar difícil. Para tu suerte, te traigo un tutorial
con pasos específicos para el proceso creativo, realizado por una exhaustiva y
corta recopilación de datos tomados por otras series con el mismo público.
El título.
Te conviene
primero hacer una búsqueda exhaustiva e informarte respecto a la música, buscar
una muy conocida pero más o menos con una década de antigüedad cuyo nombre sea
tan atractivo como repetitivo en el estribillo.
Debe contar
con cierta antigüedad para que los derechos sean de fácil adquisición y debe
repetir su título para que puedas usarlo como Introducción y como música de
acompañamiento para los créditos o cortes comerciales.
Creando los personajes:
En papel,
pueden estar puestos de una forma, pero una vez elegidos los actores va a ser
cualquier cosa, eso es algo que tenes que saber desde el principio. Empezamos
con:
El Galán
será
descrito en el guion como un buen tipo, aunque a lo largo de la historia nunca
realice una buena acción y sea en realidad un completo pelotudo que no se
decide entre una morocha, que es obviamente la buena, la mujer con la que las
espectadoras se identificarán y una rubia (o de no serlo, deberá contar con un
busto exagerado, que servirá como indicador de que es la villana) para
interpretar al antagonista.
El galán
debe ganar suficiente importancia como para que las espectadoras lo vean como
el centro de atención y no se den cuenta de que es realmente el protagonista.
No es necesario que se elija un actor atractivo, puede ser un gordo peludo
canoso con granos en el culo o un modelo con bigote metrosexual, las
espectadoras asumirán que es “un galán” cuando vean que dos mujeres atractivas
se pelean por él.
Su oficio
nunca quedará claro, nunca se lo verá trabajando, de vez en cuando quizás
vestido de traje, atendiendo un teléfono. Se lo relacionará con alguna que otra
huerta, bodega de vinos “empresa” o banco, pero jamás se mencionará si estudió
o no alguna carrera o cómo llegó a donde está. Tiene plata y eso es lo que
importa. Rara vez estará “peinado”.
La mal-llamada
“protagonista”.
Las espectadoras
verán a este personaje como “la protagonista”, sin darse cuenta de que el galán
lo es. Este personaje es estúpido, no se pone los pantalones al momento de
tomar una decisión, al momento en el que se decide y sabe qué es lo que quiere
ya es tarde, el galán viajó, se casó, vendió la compañía o ya compró un anillo
de compromiso. No entiende que si realmente fuese amor lo que siente por ella
le prestaría atención y no tendría esa inseguridad. Asume que todos deben ser
buenos con ella así que la terminan jodiendo. Es un insulto a la mujer y, por
más que tampoco quede claro cuál es su trabajo, siempre se queja de lo pobre
que es. Si en el guion dice que es empleada doméstica, usará uniforme como si
estuviésemos en los 60, estará siempre perfectamente maquillada. Cuando no
lleve uniforme usará ropas de marca excesivamente cara (aunque se queje de
tener problemas financieros).
La Villana.
La villana
es el personaje preferido de quienes no miran la novela. Hermanos, primos o
amigos de los espectadores. El personaje es calculador, probablemente el único
inteligente de todo el reparto, es el único que sabe lo que quiere y siempre
tiene las bolas de tomarlo cuando puede. Se debe contratar a un actor exagerado
para interpretar este papel, preferiblemente debe tener el cuello largo y
buenos ojos, ser mucho más atractiva que a quien contrataron para ser “la
protagonista”. El personaje no tiene trabajo, nunca, jamás, ni en pedo, no se
sabe cómo vivía antes de conocer al galán, pero como éste es un personaje más
confuso aun, el mismo se enamora de la villana, quien lo trata mal, usa su
dinero, maltrata a sus hijos y apenas recuerda su nombre.
La amiga estúpida (cómica)
de la villana.
Puede ser
hombre, pero de ser así competirá con “el gay” el cual es otro personaje
fundamental en las telenovelas contemporáneas, así como “el negro” en las
películas de zombis.
La amiga
estúpida de la villana recuerda al “sidekick” de los villanos en las películas
de Disney. No debe ser muy brillante, es adulta, vive sola, pero jamás se sabe
de qué trabaja. Siempre está bien vestida y es probablemente la más atractiva
del reparto. Gran parte de las escenas donde se muestran las capacidades de
actuación de quien interpreta este papel serán cuando hable por teléfono con la
villana o cuando intente encubrirla. Por más que su idiotez alcance niveles
cósmicos, seguirá siendo más inteligente que “la protagonista”.
El galán la
conoce, pero casi nunca se cruzan, por más que ella pase la mayor parte del
tiempo en la casa de él. Si se cruza con “el gay” probablemente realicen
chistes de humor negro y sea un momento difícil de filmación, ya que ambos
personajes comparten casi la misma personalidad y objetivo en el set.
“El Gay”
Fundamental.
Tu serie puede llegar a perder la mitad de su audiencia si no tenes un gay entre
la gama de personajes. No hace falta que el actor comparta la misma orientación
sexual que el personaje que interpreta, pero al fin y al cabo, será lo más
fácil de conseguir.
El gay
ocupará los momentos cómicos en los que “la amiga estúpida de la villana” no
podrá estar por cuestiones de coherencia literaria. El gay conoce al galán,
hace chistes sexuales a sus espaldas y eventualmente habrá alguna escena en la que lo vea desnudo.
Debe
representar un estereotipo ofensivo y ridículo. Será amigo de “la protagonista”
pero la traicionará de vez en cuando. Debe ser calvo o gordo, o ambas cosas.
Porque si un gordo es gracioso, un gordo gay lo es más…
La amiga de “la
protagonista”.
No tiene
vida, personalidad, relaciones o secretos propios. Debe estar para tomar mates
de vez en cuando con “la protagonista” para que ésta explique a la audiencia lo
ocurrido en episodios anteriores. Pero su importancia es nula, ni hace falta
que le pongas nombre.
El nene.
Un menor de
edad. Pueden ser dos. Son quienes brindan ternura al programa. Sobrinos, hijos
o parientes algo lejanos de “El Galán”. Serán quienes más desconfíen de “La
Villana”. No son del todo fundamentales. Pueden o no figurar.
Flor de la V
Tampoco es
del todo fundamental. Pero si no lo contratas puede hacerte una “Carta abierta”
La Trama
Tampoco es
del todo fundamental. Podes tomar un conflicto y soltarlo por unos tres
episodios hasta que aparezca otro. Los enredos tampoco tienen por qué ser
complejos, un casamiento, una mudanza, un desamor, alguien ebrio, alguna
fiesta. Alguien va preso. Mientras mantengas vivos a los personajes, todo es
posible. A la mitad de tu primer temporada es conveniente que hagas que el galán
tenga un accidente automovilístico, el resto se manejará por sí solo.
Espero
haberte ayudado a escribir tu telenovela. Abrazos. Chau!