No te gustó
Justice League…felicidades.
Hay personas
que creen que porque escribo sobre películas y curiosidades tengo que ser neutral.
Que no me tiene que importar si es Marvel o DC.
No fui a
ninguna escuela de reviews para que me den un carnet, soy una persona, tengo
preferencias. En los comics, me gusta más DC, en las pelis, Marvel, como
franquicia, pero DC me llega más.
En cuanto a
por qué me gusta BvS tiene que ver con por qué me gustan los comics, básicamente
el ridículo y la filosofía encontrándose.
¿Qué
filosofía?
El ser
humano, el tener diferencias, el tener cosas en común. El que la paz signifique
solo ver al otro como igual y que entender que su madre se llama igual que la
tuya sea suficiente para entender que no hay por qué lastimarlo. Ambos tenemos
madres, vivas o muertas, ahí están, y en omentos de desesperación queremos
acudir a ellas.
Tuve
momentos de desesperación en la semana pasada y un par más atrás. No sabía qué
hacer y por primera vez en muchos años acudí a ella en estas últimas ocasiones.
¿Por qué?
Porque en
muchos años, por primera vez sentí que no sabía qué hacer. Y ella no tuvo las
respuestas, pero sí las ganas de ayudar, así como mi padre. Y obviamente,
siempre, mis amigos.
Quizás leíste
mis dos textos bajoneados (ya eliminados) o quizás no. Ambos hablaban de un
bajón con el que tengo que lidiar por lo que resta del año o quizás más. Bajón
que ocurrió en la misma semana donde tenía dos eventos importantes para mí. De
los cuales pude asistir solo a uno. Justice League, en el cine.
Primero he
de aclarar, que por más que mi semana empezó con algo horrible, fue seguido por
un montón de hermosos eventos. Pude ver quienes creen en mí y me apoyan. Leí
una de las mejores historias jamás escritas sobre Spiderman. El escritor me
respondió un mensaje. Conseguí libros que buscaba hace meses en su idioma
original. Y claro esa película.
Quizás a
cualquiera le parezca una simple película, con efectos raros sobre el rostro de
un actor que, bajo contrato, no podía afeitarse el bigote. Para mí fue una
esperanza. Fue ver un sueño hecho realidad en el medio de un túnel. Tengo
depresión, sí, oh pobre victima, qué importa, soy un adulto.
Sí, sí,
juzgame. Qué me importa.
Vi algo que
esperaba hace años, fue un evento que me recordó por qué miraba esos dibujitos,
por qué siquiera leo esas historias con gente de ropa apretada y por qué sueño
con esos ideales imposibles.
Los poderes,
los gadgets, los músculos marcados a través del disfraz, quizás eso es
imposible o difícil de alcanzar, pero los ideales no.
El ver lo
que otros creen imposible, la esperanza, las ganas de lograr ese cambio, de marcar
la diferencia, de inspirar a otros, de tomar esas decisiones imposibles. De sonreír
carajo, de celebrar.
Nada puede
quitarte eso.
El ir al
cine y, por más de estar cara de orto antes, poder sonreír en el momento, ya
sea por la música y por los chistes, las imágenes que siempre quisiste ver en
la pantalla grande. El arte puede lograrlo.
Pudo lograrlo
al hacerme leer La Última Cacería de Kraven hace ocho días. Pudo lograrlo
mientras conseguía ese comic que creí que no estaba en el país.
Pudo
lograrlo a través de las hermosas palabras que un amigo me dijo al sujetar mi
hombro.
Y pudo
lograrlo una película donde unos personajes dejan de lado sus diferencias y ven
que se puede trabajar junto al prójimo sin necesidad de que estén de acuerdo.
¿No te
gusta?
Aplausos, a
esta persona no le gusta una película.
A mí me hizo
bien y nadie jamás me podrá quitar eso. Mañana la veo por segunda vez.
Ahora…Tell
me.
Do you
bleed?