31/10/12

Dead Outbreak: El Vecino (DIA 5)






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disfruten...




Después de lo ocurrido la noche anterior, de lo que vi, no podía dormir, me resultaba imposible, al momento en el que cerraba los ojos, tenía una alucinación corta, y repetitiva, que consistía en que estaba en mi baño, y me resbalaba hacia atrás, lastimándome fuertemente el coxis,  y mientras no podía levantarme, se arrastraba hacia mí, un cuerpo sin  extremidades inferiores, solo torso, brazos, cabeza y arrastrando parte del abdomen, con el final de su columna vertebral siendo raspado por el piso… y despertaba, así, una, y otra y otra y otra vez.

Cuando me desperté definitivamente, a las 12 del medio día, algo, en mi caso, extrañísimo. Miré hacia el sofá, y juro que por una fracción de segundo, entre parpadeos, vi a la misma criatura de mis recientes pesadillas allí reposando.

Es más, al instante en el que mi imaginación me jugó esa pasada, lo primero que me imaginé seria que David estaría parado en mi balcón mirando mi reacción.

Pero ninguno de ellos estaba ahí.

Este era un día nublado, y estando nosotros en la planta más elevada, oía las gotas golpear el techo de la residencia.

Me levanté y no tenía hambre, no podía ver comida, me preparé unas cuatro tazas de café, y después de eso simplemente me cansé de prepararlo, por lo que agarré mi enorme vaso de cerveza, hecho de cerámica, con una enorme manija al costado, y lo llené hasta el tope con nuestra querida sustancia anti resaca.

No había bebido más allá de la cerveza que El Gordo me invitó, pero aun así, mis propios pensamientos y su reacción de nauceabundismo eran lo que me daban la sensación de resaca, estaba cansado, quería que todo esto termine, vivía con miedo, ni siquiera me animaba a mirarme al espejo y no podía estar en el baño sin la cortina de la ducha corrida.

Esperé, mirando televisión, más o menos hasta las 2 de la tarde y el Gordo no aparecía con sus cajas de equipos de audio. Me empezó a doler el estómago y me fui hasta la planta baja a ver qué podía hacer Eli por mí.

Me pegué un baño, con agua fría y con la cortina abierta por supuesto y ahí me di cuenta del mal estado en el que me encontraba, al pasar frente al espejo vi que involuntariamente tenía los hombros elevados y la cabeza agachada, como si estuviese todo el tiempo con miedo a algo.

Decidí comer un poco de pan y tomar algo de leche para ver si se me pasaba el dolor, y no, no sirvió de nada.

Pensé en hacerme un poco de pizza, tenía la masa allí, lista, pero al ver el Kétchup, sentí una horrible sensación de acides subirme por la garganta,(como vodka condimentado con clavos) como si estuviese a punto de vomitar petroleo.

Rondando más o menos las 4 de la tarde, ya con una fuerte lluvia, escuché un sonido muy, muy alentador. Mi vecino dejaba el departamento, trabando la puerta. No oía, junto a su caminata, que tuviese ninguna bolsa, no estaba sacando la basura, en realidad estaba saliendo por un buen rato.

Gracias a los ecos, por la forma hueca del interior del complejo de departamentos, pude oír sus pasos hasta que llegó bajo las escaleras.

Fui hasta mi balcón y pasé al suyo, como si fuese ya una costumbre. Esta vez no me molesté en mirar fuera, o mejor dicho, no me arriesgué.

Rápidamente abrí la puerta ventana, ya que se encontraba destrabada, entré y volví a cerrar, junto con las cortinas.

 No quería que, si él volvía temprano, pudiese ver que yo estaba allí desde tan lejos, porque recordemos, esto es un tercer piso.

Al cerrar las cortinas me encontré totalmente a obscuras. Me choqué con una mesita de luz y tiré una botella que supongo ha de ser la que tenía suero. Después me choqué con algo de textura asquerosa, que hizo unos ruidos metálicos más arriba, y empezó a mecerse, también humedeció mi cara y olía como a vómito…

Recordé lo que vi la noche anterior, empecé a toser y a aguantarme las arcadas.

Me alejé rápido con miedo a que me muerda, ya que se encontraba con vida la última vez que lo vi.

Cuando llegué a la puerta de adelante, encontré junto a ella el interruptor de la luz. La encendí, y la escena me dejó perplejo, sentí como si miles de arañas, que estaba usando de cinturón, subían hasta mi cuello, y se quedaban en mi nuca. Y como si mis dientes hiciesen un arañón largo a un violín haciendo que hasta me imagine una música de fondo para la ocasión.


El cuerpo ya no colgaba de las esposas. Sino que el gancho entraba por la nariz, y por lo que podía imaginar, atravesaba completamente el cerebro.

Las manos estaban ambas colgando, solo una de ellas tenía las esposas puestas, y la llave estaba ahí, en su lugar.

Al brazo y antebrazo derechos les faltaba casi toda su carne, solo quedaba un poco, vulgarmente pegada a los huesos.

También podía ver las costillas…


Miré mas a la izquierda, en la mesada, llena de manchones de sangre, yacía un cuchillo serrucho enorme, y ahí estaban los músculos extirpados, pectorales, y bíceps… (Trozos de carne que alguna vez fueron músculos)

Por pura casualidad, abrí la heladera, la cual estaba llena de tubos de ensayo, pequeños frascos con gotas para los ojos en la puerta. Jeringas de vidrio en bolsas selladas al vacío

Y muchos cachos estirados de carne, la cual supongo que sería aquella seleccionada para comer más tarde.

Lo que me puso a pensar…dejó carne fuera de la heladera… y una extremidad casi en sus huesos, también estaba el martillo en el piso, y junto a la puerta, recostado por la pared, un paraguas…por lo que ha de venir muy pronto, es más, dudo mucho que se haya ido del edificio.

Y ahí escuché…

CLICK-CLANK

La cerradura de la puerta, detrás de mí, destrabándose.

Instintivamente, de un salto largo, tomé el martillo, y ni bien David abrió la puerta, en un movimiento, con mucha bronca lo golpeé al costado de la cara, bajo el pómulo izquierdo, y giró, quedando de cara a la pared. Lo oí escupir restos de su muela, ahora rota, y decir- hijo de puta!!! qué haces en mi departamento?!!!-

Lo agarre desde la parte de atrás del cuello de su camisa y le volví a pegar con el martillo, con todas mis fuerzas, pero ahora en la frente.

Muy atontado, caminó para atrás chocó con el cuerpo que colgaba y se mecía desde su techo y giró, yendo de cara a la puerta-ventana de vidrio. Y con su enorme humanidad, terminó rompiendo el vidrio de una de las aberturas.

Yo, al verlo ahí tirado, tomé las esposas, desesperadamente, y se la calcé en la mano izquierda, en la derecha no podía, tendría que quitarle la pulsera con tachas primero. Y lo esposé al apoya manos del balcón.

Para hacer todo esto tuve que tirar el martillo, claro. Él lo tomó, y con su imponente fuerza golpeó una de mis rótulas(rodillas), por lo que di unos saltos hacia atrás, totalmente rengo y al chocar yo también con la bolsa de vísceras que fue alguna vez un chico adicto a la cocaína, di la cabeza contra la mesada, donde estaban los cachos de carne y caí al piso…muy atontado.

Entonces empecé a soltar llantos y a agarrarme de la rodilla. Sentado en el suelo, mientras él encadenado y con el martillo en la mano, se reía.

Cuando aclaré mi visión, pude ver que su boca sangraba y tenía una enorme abolladura sobre los ojos… era el martillazo que le pegué.

Pero después recordé que él se llenaba de morfina cada una o dos horas.

Entonces me dijo- escuchame… yo estoy esposado a este balcón y vos tenés la llave.- entonces se puso en una posición más cómoda y “canchera” y dijo- hablemos… te parece?-

Con la expresión de mi rostro arrugada por el dolor le dije- me parece una buena idea.-

Empezó- vos tenés algo con la chica que vive abajo no?

Yo le dije- algo así.-

Él, se sacó los lentes y dijo- no te molesta que me los quite no? Total, ya haz de haberte acostumbrado a tener esta imagen en tu cabeza.
-       Que mierda es lo que tenés???- le pregunté.

-     Te referís a mi rarísimo síndrome?

-       Eeemm, no, sabes que?…hablo por la cana que te salió en las bolas… imbécil!!! más vale que por eso.


-     Es una historia larga, tenés tiempo?

-       Vos tenés tanto tiempo como yo decida. Asi que empezá.
-     Me vas a alcanzar algo de la heladera cuando te lo pida si te explico qué es lo que tengo?

-       Ya vamos a ver.

-     Bueno, ahí en ese cajón al lado tuyo, hay una caja de puchos, agarrate uno para vos y alcánzamela.

Hice lo que me pidió, me encendí un cigarrillo y le alcancé los demás, entonces empezó a contarme.
-     Un amigo y yo, estudiando medicina, quisimos hacer algo memorable, crear una droga que nos traiga tanto éxito en los estudios, como en todo lo demás, y de paso unas ganancias.
Él era… es un tipo brillante. No sé por qué querría alguien así una droga para tener más rendimiento en el estudio, tiene una novia hermosa, muchos amigos, su único problema era el dinero, le costaba conseguir suficiente para pagar los estudios y subsistir, muchas veces tuve que ayudarlo.- y se encendió el cigarrillo.
Entonces ya impaciente le dije- me importa un huevo tu amigo, qué mierda tenés?-

Y él me miró feo y siguió – conseguimos los elementos, los componentes, para una serie de sueros, que te aceleren el sistema, y te den mucha energía. Que no sea necesario dormir, den más rendimiento a los músculos, que las heridas sanen más rápido, más producción de líquido sinovial y- entonces lo interrumpí
- pará, y por qué más vale no publicaron eso, y se ganaban su plata y reconocimiento de la comunidad científica.

Y siguió, con su horrible acento brasilero- primero que nada, muchas de nuestras sustancias eran ilegales, teníamos algunos componentes muy similares a la cocaína, anabólicos elaborados por nosotros y aunque no fuese así… eramos un par de estudiantes de medicina, ni siquiera eramos los que tenían las mejores notas.- y miró hacia arriba, mientras el agua caía, le mojaba la espalda, se mojó la cara y dijo- lo probamos en mí-
- no salió bien al parecer- entonces me corrigió-no tenés idea de lo bien que funcionó, era buenísimo, podía aguantar mucho más peso, correr mucho más rápido y por más tiempo.-
- entonces…?-
Y siguió diciendo-producía demasiado líquido sinovial, mis articulaciones, empezaron a desacomodarse,  se me salía de lugar el fémur. También producía demasiada saliva y mucosa, los ojos me lagrimeaban constantemente y tenía constantes ataques al corazón.-
Interesadísimo le pregunté- pero y como…?-


 TOC TOC TOC TOC

 alguien golpeaba la puerta de al lado, la mía

 TOC TOC TOC TOC
-dale pibe, que en un rato viene la poli.-

Era el gordo…teníamos que ir a limpiar mi casa.

-Ya vuelvo, le dije a mi vecino- y me marché por la puerta de enfrente a duras penas con mi rodilla lastimada.
- hey Don, como le va?- le dije, y él riéndose me contestó- como que “como le va”? pelotudo, abrí tu puerta y vamos a hacer lo nuestro.

Giré mi picaporte, desde allí fuera…

Estaba trancada desde dentro, entonces, le dije- aguántame un segundito, voy por atrás-

Contestó- está bien tu rodilla?- y le dije- si, si, me caí nomás.-

Entré nuevamente a la residencia de David, él me miraba desde lejos, confundido, con sus ojos en blanco y párpados morados.

Saqué de la heladera: una jeringa, dos tubos de ensayo que al parecer tenían diferentes sustancias.

Le dije- mirá…tengo que pasar por al lado tuyo, para ir hasta mi depto… y, em, resulta que tenés un martillo en la mano, y yo tengo algo que vos querés en las mías. Necesito que me dejes pasar.-

Y tiré la llave de las esposas al suelo, diciendole- no vas a ganar nada pegándome, no voy a tener la llave encima, de verdad necesito confiar en vos… una vez que esté del otro lado, te voy a dar tus cosas…se puede?- y me dijo- tenemos un trato, vecino-

Me acerqué a él, con mucho miedo, me miraba, con el pálido fondo de sus ojos, y sonreía, podía ver como se le hacía agua la boca al ver los tubos de ensayo.

Una vez del otro lado, me dijo- para terminar la historia… intentó hacerme un antídoto, se volvió todo extremadamente opuesto, me dejó así, con estas complicaciones que tengo ahora, no puedo usar los párpados, me pongo un paño bañado en suero en la cara para poder dormir y por alguna razón la única carne que digiero es… la más parecida a la mía…- le alcancé sus cosas… pero se me resvaló uno de los tubos, y se hizo pedazos.
-NO!!!! hijo de puta!!! eso era la adrenalina-

- disculpá, ya vengo, voy a hacer algo y ya vengo-
Y él respondió- vos no entendés!!! Si no me inyecto adrenalina pasados 10 minutos que la morfina, mi corazón se puede detener, por favor andá a buscar otro!!!-

- es lo menos que te merecés, mataste a un pobre pibe-
Entré a mi departamento y cerré las cortinas, mientras escuchaba:
- por favor! Por favor, alcanzame, por favor!!!- seguido de unos gruñidos y llantos.
Abri la puerta del frente y dije- perdón, Jefe, disculpe la tardanza.-
Él me preguntó- che vos te garchas a tu vecino?-
Dije- q-quee? Nooo, ni ahí, yo no soy gay-

-posta no sos?-

-en serio- dije mirándolo un poco enojado.

- te estoy cargado pendejo, que te haces el ofendido jaja. Bueno mové los almohadones y vamos a empezar con esta mierda, aca tengo los CDs.-

Corri los almohadones y empezamos a sacarlo todo de su lugar, fue un proceso de unos 20 minutos más o menos, durante el cual podía oir gruñidos y martillazos de David, supuse que intentaba romper las espozas.

Mi jefe me preguntaba- que es eso?- y yo le decía- es medio loco el de acá al lado.-

Muy entre risas dijo- ah, por eso no te lo cojés.-

Para cuando se iba el jefe con sus cosas me sentía ya muy aliviado, me pidió que lo ayudase a poner las cajas en la camioneta.

Por lo que baje las escaleras con él y eso hice.

Mientras subía, tanteé mi bolsillo para llamar a la policía y terminar con toda la pesadilla…
pero mi celular no estaba ahí. Supuse que se me había caído cuando me fui al piso en el depto de mi vecino.

Antes de entrar, noté que no se escuchaban mas martillazos ni gruñidos… se había rendido, había muerto ya?

Entré a la residencia, y las cortinas que daban hacia afuera, estaban cerradas, la heladera abierta, muchos tubos de ensayo rotos en el suelo, una de las hornallas estaba encendida, había sangre por el suelo, y olor a carne quemada.

Abri las cortinas del balcón… solo estaban las esposas y medio antebrazo allí!!!
Él mismo, usando sus dientes y un martillo, se zafó para conseguir lo que quería…

Mi teléfono no estaba allí, por más que busqué, cuidadosamente, por lo que debía de estar en mi departamento.

Entré y tampoco era así… pero tenía mi notebook.

Apuradísimo, sin perder tiempo, le dije a Eli por un mensaje en Facebook, que llamase a la policía , que no hiciera preguntas. Y por más que aparecía como conectada, no respondió, ni siquiera me decía si el mensaje había sido visto.

Comencé a sentir un olor, muy fuerte… era carne quemada.

Al voltearme, la puerta de mi baño estaba arrimada… pero yo siempre la mantengo cerrada.

Lentamente, con el corazón en la mano, me iba acercando… y dejé de avanzar cuando escuche un “TRACK” contra el vidét…

Parecía un plástico. Ahí tomé el palo de amasar, que estaba en la mesada…y segui escuchando “TRACK” CLICK”CLANCK”.

Había estado pasando esto por días, estaba cansado, fui y de una patada la puerta.

Estaba David, rompiendo mi teléfono celular contra lo que tuviese cerca, no tenia su mano izquierda, su carne estaba quemada, se había cauterizado la herida para no perder sangre, y podía ver sus huesos Radio y cúbito, astillados por los martillazos.

Se volteó, lentamente, y con su profunda y pálida mirada, dibujó una cara de enojo muy primitiva, parecía como si le costase usar los músculos de la cara, me enseñaba los dientes y chorreaban tanto baba como sangre de su boca, sus ropas estaban prácticamente rojas…

Con dificultad, con la garganta muy ronca y débil dijo:
- sabes que le paso a mi amigo? El que me hizo esto?-

Yo no le podía contestar, estaba asqueado por la imagen.

Y dijo entonces- lo colgué del ventilador de techo…y fui comiéndome su carne de a poco…pero no moria… de alguna forma- inclinando la cabeza y acercándose a mí, siguió- lo que me inyectó, mezclado con mi saliva, hizo que su corazón latiese lentamente… y sufriera, del dolor de estar muerto en vida.- y mientras sacaba el enorme martillo de su bolsillo seguía- empezó a sufrir lo mismo que yo, pero él no respiraba… no parpadeaba, sus ojos se pudrían mientras, seguía vivo…se comió sus propios labios, ya que no le quedaba de otra… y así estuvo… durante tres días.- y lanzo un golpe con su pesada arma.

Yo intente cubrirme con mis antebrazos, pero el termino golpeando y quebrando uno de mis huesos.

Salí corriendo por mi puerta, mientras él gritaba- Y a vos te voy a hacer lo mismo!!!

Corrí escaleras abajo y me topé con unos policías, que estaban entrando al edificio.

-Por favor!!! por favor cáguenlo a tiros!!!- dije, y me contestaron:
- a quien pibe? Qué te pasa?- mientras agarraban el arma de su cinturón.

Entonces vi que David, percatado de la presencia de estos hombres. Tomó la escalera de emergencias (para casos de incendio) y salió por la puerta de atrás.

Así terminó esto, les enseñé el departamento de mi vecino, ambos fueron al baño a vomitar.

Eli fue quien llamo a la policía, leyó mi mensaje mientras salía de bañarse.

Al parecer mantuvo demasiado contacto directo con David, y la tuvieron que internar en el hospital escuela y someterla a tratamientos como los que él solía tener.

Fui a visitarla, me dijeron que evitase cualquier contacto, podría ser muy peligroso.

Temo mucho por su hermanito, que siempre llega, la abraza y la besa, después se va al colegio, ya que le queda cerca. Va a la Escuela Normal, o sea que son solo un par de cuadras.

Ahora mismo, estoy en chaco, de visita, llegué hace un par de días. Me enteré, escuchando la radio, que unos pescadores encontraron un cuerpo flotando en el
Paraná, tenía un par de golpes en la cabeza y se le había amputado la mano izquierda de forma brusca.

Y al mismo tiempo me enteré que sospechosamente hay demasiado movimiento militar en Corrientes, que se está por realizar un simulacro… tendrá algo que ver?



Te gustó la historia?
Si, tiene un final raro…

No, por supuesto que ahí no termina…
Todo sigue acá!

30/10/12

Dead Outbreak: El Vecino (DIA 4)


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Dead Outbreak: El Vecino (DIA 4)

Estaba boca arriba y escuchaba pasos, otra vez, tenía fluorescentes titilando, pero por más que los buscaba, no los encontraba. Estaba en un lugar donde las paredes se recubrían de azulejos, como un baño, pero no había ni ducha ni un lugar para lavarse las manos, solo un espejo.

Cuando me acerqué a mirarme, no era yo… era… como el rostro del muchacho emo al que le vendí droga hacia dos días. Uno de mis ojos estaba reventado y el otro totalmente estropeado, podía tocarlo con mis dedos y estaba completamente seco.

De mi boca chorreaba sangre como si fuese una canilla y tenia moscas alrededor de mi cabeza.

De repente


CRASH!


El espejo se rompió y de detrás de él salió un taladro, directo hacia mi frente.


Desperté. Tuve otro sueño, pero el taladro no vino de mi imaginación. Era mi vecino, perforando el techo para su nuevo candelabro. Miré la hora, eran las 4:30 PM

Me levanté y comí algo de lo que tenía en la heladera. Después me fui otra vez a pegarme un baño.

Mientras estaba en la ducha, con las gotas de agua golpeando mi cabeza, y los sonidos de perforación de fondo. Cada vez que se pausaba, sentía como que en cualquier momento se iba a correr la cortina y alguien me iba a atravesar con esa ruidosa máquina.

Desempañar el espejo no era algo que tenía en mente hacer al salir de debajo del agua.

Me cepillé los dientes a ciegas, cerraba los ojos y prestaba mucha atención a todos los ruidos.
Oí que alguien golpeaba la puerta de David y escuché una voz - heey, como estas?!- era Eli, entró a la casa.
Me vestí apurado y con el cabello aun húmedo fui hasta allá y golpeé también la puerta.

Él le dijo – atendé por favor.- y ella me abrió la puerta, mientras en una mano sostenía un mate.

 Él estaba en una escalera de forma tijera, bajándose a dejar el taladro en su lugar y colocar los plásticos donde irían los tornillos
- hola! Como están.- les dije.

Eli, sonriendo me preguntó- todo bien? Ya te sentís mejor?- y yo le contesté- si, si, ya…sin problemas.-

David, mientras seguía con su actividad, con una sonrisa de costado dijo:
- que te anda pasando? No te habrá agarrado fiebre a vos también no?-

y yo le dije- no, no, andaba con unos… sueños raros nomás.
Elisa se dirijo a mi- justo viniste, David está por colocar un gancho para su nuevo candelabro- y él la interrumpió- no, no- seguido de- yo estoy poniendo un disco con una argolla, el Cande ya trae un gancho- y ella siguió- bueno, bueno, la cosa es que estaba por ir a buscarte para que le ayudes, a mi me da miedo subirme a esa escalera.

Me subí entonces y él me alcanzó el disco con cuatro orificios para tornillos y soldado a una argolla muy gruesa, como si necesitase sostener mucho peso. Me dijo- vos sostené nomas, yo le voy poniendo los tornillos.- hizo esto y ambos nos bajamos.

No veía ni un rastro de sangre por ningún lado. Y esto era un monoambiente, por lo que supuse que el único lugar que me quedaba por ver era el baño, y le pregunté- David, te molesta si paso a tu baño?-
Entonces con su sonrisa más falsa me dijo-pasá, pero te aviso que está muy sucio-
y Eli me dijo- después contáme que onda, a mi no me dejó entrar.- y pasé al baño.


La cortina de la ducha… estaba fóbicamente cerrada. Pero yo veía todo limpio, por lo tanto, si quería seguir con mi inspección no me quedaba otra.

Me acerqué con mucho miedo, y corrí la cortina lentamente, temblando como si todo mi cuerpo sufriese del mal de Parkinson.
Resulta que acá, en el baño de este departamento, no había una ducha, sino una bañera, la cual en este caso estaba llena de hielo, y había una bolsa negra, de basura, con algo grande dentro.

Imaginé mucho qué podía haber dentro… pero no se me ocurría, su forma no me inspiraba nada, pero su misma presencia estimulaba mi imaginación a las horrendas posibilidades. No tenía el suficiente coraje para abrirla. En un momento sentí que se movió…

Rápido, me lavé la cara, nuevamente sin mirar al espejo y me fui del baño, tratando de disimular el terror en mi rostro.

Eli me preguntó- y?que tanto asco te dio?- yo le dije- el mío está peor.

Pregunté- y el candelabro?- y él contestó-dentro de un par de horas ha de llegar, lo compré por internet.

Me fui a casa otra vez. Cuando entré mi celular estaba sonando, era mi jefe, una llamada suya, nunca es buena, siempre es para retarme por algo.

-Javi? –
y yo le contesté- no, la sirenita, que necesita?-
- hey salame, qué te parece si hoy te invito a cenar eh?-
Yo, como es siempre, a todo lo que me pide, le dije- si, más vale, donde?-
y me respondió- en la costanera, viste el carrito restoran que está cerca del casino?- si, más vale, le respondí y pregunté- a qué hora?-

y su respuesta fue – a las 8 y media.-
Me pasé la tarde perdiendo el tiempo. Mirando dibujos animados, series de las cuales ya me vi todos los episodios en cuevana y de vez en cuando encendía la laptop para hablar por facebook con Eli, quien me enviaba imágenes graciosas o grupos de facebook con frases pelotudas.


Llegadas las 7:40, me vestí, trabé la puerta corrediza del balcón y me fui a tomar el colectivo para encontrarme con mi Jefe.

Mientras bajaba las escaleras, vi a un hombre con la gorra de FedEx subiendo las escaleras, con una caja muy pequeña como para que se tratase de un candelabro.

Mientras llegaba al lugar, unos 5 minutos temprano, ya pude reconocerlo desde lejos, sentado en una de las mesas.

Es un hombre muy gordo, con canas, en el poco cabello que tiene, siempre está fumando un habano y si no está vestido de forma formal, está con una asquerosa camisa hawaiana y una bermuda, con unas enormes sandalias romanas para sus redondeados pies.

Me levantó el brazo para que lo viese, como si fuera difícil y me invitó a que me sentara- le gritó al que atendía- una porción grande de papas fritas y una cerveza… dos vasos también… por favor!-

Y me miró enojado, por unos segundos, después tomó aire, mirando hacia abajo y dijo- qué cagada te mandaste vos?


Yo le dije-nada, por?-
Él puso las manos sobre la mesa y dijo- vos viste las noticias últimamente?- yo me quedé mirándolo, mientras levantaba su dedo índice y apuntaba al televisor en el carrito a mi izquierda. Miré y me topé con la foto de el chico al que le había vendido coca recientemente.
Mi jefe, mientras el camarero nos servía la cerveza a cada uno en su vaso, enojado retomó la conversación con-  José me dijo que lo mandó a ese pibe para tu casa, con un ticket para que retire 5g. y sabés qué? toda la policía lo está buscando desde ayer. Ahora decime…este pibe, llegó a aparecer por tu casa?-

Y yo le dije- si, le di lo suyo y se fue- él me preguntó ahora con aun más interés- lo viste esnifarse?-

- si, se mandó un poco y después de un rato, ya no muy dado vuelta se fue.-
El jefe, cada vez más interesado, me preguntó- era para él nomas? No sabes si la coca era para compartirla?-

Y ahí, con mi respuesta, su cara cambió- no, dijo que iba a compartir con un amigo suyo, como siempre hace.-

Entonces me dijo- bueno mirá pibe, estas en el horno. Y yo estoy en el horno, porque primero, pudo decirle a su amigo a qué dirección iba a buscar la basura, y ahora, asustado el chabón le dice a los policías a donde fue este chico por último, BAM tenés un clavo con los policías, y si te interrogan y te terminan diciendo que si colaborás te dan menos años de cárcel, vas a terminar cagándome a mí, dándoles mi nombre. Así que vamos a hacer lo siguiente.- y justo nos pusieron las papas y los aderezos en la mesa.


Mientras colocaba mayonesa y kétchup al costado del plato dijo-todavía no le sacaron información a ninguno de los amigos del pibe, pero ya especulan que se drogaba, es más, si encuentran su cuerpo, por autopsia se van a enterar que se drogaba. Eso lo sé porque tengo a un compinche metido ahí en la policía.

Y ahora mientras en una mano tenia papas con aderezo y con la otra se apuntaba a si mismo decía-  Yo, mañana a la tarde te voy a hacer  una visita, voy a tener dos cajas grandes para equipos de sonido, y vamos a limpiar tu casa. Ahora, si alguien la revisa y se topa con que tenés tres cajas debajo de los almohadones de sofá va a sospechar que algo anda mal ahí.


Yo le dije-puedo guardar ropa ahí, o mercancía, como fideos, condimentos o…- y él me interrumpió- no, no, no seas pelotudo, esos tipos, si se van hasta tu casa, se van buscando algo, así que vos les vas a dar algo, para que se vayan contentos- entonces empecé a mirarlo asustado y siguió- vamos a llenar esas cajas con CDs de películas bajadas de internet. Vos les vas a decir que pensabas venderlas, los polis se te van a cagar de risa y te van a dejar una advertencia. Si te preguntan si lo viste al chico, vas a decir que vino a preguntar si vendías Merca y vos le dijiste que no, y le ofreciste una película, no quiso y se fue.-

Sorprendido le dije- en qué momento pensó todo eso?- y él, orgulloso, comiéndose sus papas y apagando su habano me dijo- no es mi primer kilombo, ahora comete unas papas, tomate esa birra y te doy plata para que vuelvas en un remis. No hace falta que vendas mas coca por este mes, igual te voy a pagar un buen monto si para dentro de 15 dias sigue limpio mi nombre.-

Pensé en contarle sobre mi vecino nuevo, él tiene un grupo de matones que podían encargarse, pero no accedería a hacerme el favor. Es más, ahora que lo pienso, mañana limpio mi casa, después ya podría llamar a la policía y encontrarían a él con un cadáver y con drogas ilegales en su departamento, era perfecto.

Me sorprendió lo agradable que fue la reunión con el gordo, se portó muy bien y parecía estar contento de que yo no haya matado al muchacho desaparecido.

Esa noche sufrí otra vez de insomnio, lo que sea que había colgado David en el techo, hacía ruidos amacandose toda la noche. Y de vez en cuando lo oía gritar, luego abrir su heladera y cesar con los alaridos de dolor…y así constantemente.

Supongo que cada vez que lo hacía, era para inyectarse morfina…

Oí que tiró un líquido, exprimió un trapo y hubo silencio por mucho tiempo. Y su supuesto candelabro seguía hamacándose.

Silenciosamente abri mi balcón, y me pasé al suyo, por el espacio entre las cortinas, desde cerca, gracias a la luz de la luna, lo vi durmiendo, con un paño en la cara, y después miré hacia el techo…


Era…




Era un gancho, como los de las carnicerías, para colgar las vacas.

Era un cuerpo desnudo sin piernas, colgaba de la cadena que unía las esposas que tenía puesta en las muñecas… este ser...que aún se movía…pero como, como podía ser? después de perder toda esa sangre, no podía seguir vivo…


Por el mismo efecto de un péndulo, moviéndose bajo su eje, llegó a rotar.

Y si, era el rostro de  ese pobre asustado muchacho. Tenía los ojos blancos, tal como los de David…y un gran corte en la garganta, supongo que para que no haga ruido.

Por la poca luz no pude ver muchos detalles por debajo de su cuello. Solo que se movía mucho, y sus músculos deltoides, los del hombro, habían sido extraidos.


Qué puedo decir. No podía esperar a que limpiasen mi casa de drogas para llamar a la policía.


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