16/9/15
15/9/15
Los medios y vos.
¿Qué tan
seguido escuchas o, peor aún, decis “Esto es un mal ejemplo para los chicos”?
Refiriéndote
claro a algo que está en youtube, en la TV, en una revista, en la tapa de un libro,
CD, DVD o un cartel de Facebook.
Cómo puede
ser que muestren una mina en bolas a la siesta, así como si nada.
Antes que
nada, respecto a la exhibición de cuerpos “casi en bolas” hay un par de cosas
de las cuales tenes que ser consciente.
El cuerpo
humano dejó de ser un tabú hace ya décadas. Por una buena razón. Todos tenemos…
al menos uno, ¿no?
Me parece
completamente estúpido que como sociedad hayamos marcado que es conveniente que
uno esconda su cuerpo y no vea uno del sexo opuesto desnudo sino hasta haber
cumplido 18 años. Cosa que obviamente no se cumple.
Todos conocemos
al menos una persona que de asquea con la humanidad de otra persona
completamente expuesta, así sea atractiva o no.
Hasta hace
menos de un siglo era ofensivo que una mujer enseñase las putas pantorrillas, y
tenían que pasar calor porque una manga de imbéciles sentía que la piel de
alguien más, que no estaban obligados a mirar, era ofensiva.
Tras años de
lucha, para poder convencer al resto de que no es asunto suyo lo que ellas
enseñen, aun cubriendo sus genitales, hay un grupo de madres preocupadas, entre
otras ridículas, a las cuales les molesta una mujer, linda o no, enseñando las
piernas, los hombros o el costado de una teta.
Contame… ¿te
molesta no tener ese cuerpo?
¿Te duele
ver que alguien puede exhibirse sin pudor y vos no?
¿Cuál es tu
problema?
Muchas de
estas personas se ven convencidas de que los medios quieren distraerlos, pero
ellos tienen el poder para cambiarlo. Con cartas abiertas, quejas, marchas para
pedir que… que se yo… los corpiños puedan cubrir tres centímetros más de los
senos. Cuando en realidad sí, tienen el poder pero no lo están usando. El poder
está en tu mouse, en el control del televisor, en tu billetera o en el
teléfono.
No te gusta
la revista… no la compres. No te gusta el programa o sus integrantes, cambia de
canal. ¿Te preocupa que tus hijos entren a páginas inapropiadas o vean
genitales en ciertos canales…? Aplica un control parental, llamá a la compañía y
bloquea canales. O hasta podes hacerlo desde el mismo control remoto a veces.
Total, tus
hijos son más vivos que vos y van a conseguir que alguien les envié porno
HardCore por whatsapp o Google Drive. Lo cual no significa que tenes que
revisar tus redes.
No aísles a
tus hijos ni los controles de más, edúcalos. Enséñales qué es lo que están viendo
y por qué quieren verlo.
Pero claro,
las preocupaciones y soluciones anteriormente mencionadas van para personas que
no quieren cumplir el rol de padres, más bien de centinelas. Destruyendo toda “posible”
amenaza para los niños.
“Estas
mujeres delgadas hacen que me hija se sienta mal”
“Estos
hombres violentos hacen que mis hijos sean violentos”
“Estas
películas tienen mucho sexo y vuelven pervertidos a los niños”
Aprendé a
educar a tus hijos, no dejes que la televisión o los medios lo hagan, porque no
es su función. No importa cuantos programas “educativos” haya en la TV, nunca
te van a remplazar, y si no sos capaz de ello, hacé que otra persona lo haga.
¿Por qué
tiene que, canal X, de repente mostrar menos mujeres?
¿Por qué
tienen que ser menos violentos los dibujos animados?
¿Tienen que
cerrar X página porque a vos no te gusta?
Si tu hija
se siente mal por ver estereotipos imposibles, no es culpa de los estereotipos
imposibles, porque siempre van a existir. Es culpa tuya, porque no la educaste
respecto a los conceptos subjetivos de belleza, atractivo, saludable. No es
culpa de la Barbie, las revistas o Bailando por un Sueño.
No porque
cancelen un programa, de repente, va a haber menos idiotas. O van a estar menos
embobados, porque las masas siempre siguen algo. La tele no los idiotiza, son
idiotas por naturaleza y tienen tanto derecho a entretenerse, como vos, quien…quizás,
es un idiota, al igual que yo.
11/9/15
¿Queres ver Batman vs Superman pero no sabes un corno de comics? Click acá.
Batman vs Superman. Batman v Superman. Batman V
Superman: Dawn of Justice. El origen de la justicia, BvS, Batman es mi picho...como quieras llamarle. No sé por qué aparecen estos códigos acá y no puedo borrarlos :/ <3 como="" es="" nbsp="" o:p="" qu="" quieras="" superman.="">3>
¿Qué
no son Bati y Sups ambos súper héroes? ¿Por qué pelean?
¿Por
qué está el crador de Facebook?
¿Que
la mujer maravilla no era de MARVEL?
¿Por
qué Batman tiene el traje de Ironman?
Bienvenido
lector. Si no sabes un carajo de comics, no te culpo. La mayoría es, o muy
caro, o está en inglés, o tenes novia y no hay tiempo ni plata.
Batman
v Superman es la secuela
de una película de Superman, llamada Man of Steel. En lo personal, no me gustó
y la única razón por la que fui a verla es por su fuckin director. Zack Snyder.
El hijo de
puta hizo dos de las mejores adaptaciones de comics, conocidas como 300 y
Watchmen. Con ésta segunda, lo que me pasó fue pensar todo el tiempo “¿Por qué
puta no hace una peli de Batman este tipo?” y ahora se me está por cumplir un
deseo… no… perdón. DOS DESEOS. Voy a ver a Batman meterle el dedo en el orto a Superman…
…
…
…
Eso sonó
mejor en mi cabeza.
“¿Pero
cómo? ¡Batman es un humano y Superman obviamente gana!”
Veamos…
primero que nada. ¿Qué tenes que saber de este Superman?
Este Superman
parece tener todo lo que las encarnaciones anteriores… excepto visión para
reparar paredes o cambiar la rotación de la tierra… o dar besos que borren la memoria
u otros que te la devuelvan. O lanzar el logo del disfraz y que éste se
convierta en un… MIERDA, las pelis de Sups vienen siendo raras.
En fin. Éste
tiene visión de rayos “X” y parece no importarle que a la gente le agarre cáncer
por usarla. O no sabe mucho de medicina.
Puede volar,
tira rayos de los ojos a lo CYCLOPS, tiene súper soplido, por lo tanto asumo
que también súper succión. Quizás planea acabar a Batman con una súper chupada.
Super
fuerza, super resistencia y… robots en la fortaleza de la soledad.
Por lo que
vimos en Man of Steel, su padre adoptivo era un forro. No quería que la gente
sepa el chisme así que le decía constantemente “Recatate, no salves gente”. Al
punto en el que en su boludez terminó muriendo.
Por lo visto
en el tráiler de BvS, su madre adoptiva también es una forra. Ya que le dice “No
le debes nada a este planeta”.
Claro… te
acogimos, te criamos, gracias a ello muchísima gente murió y otros nunca volverán
a ser los mismos pero… no nos debes nada.
Este Superman
no es muy inteligente, ya que no lo vi al menos intentar llevar la batalla a
una zona no poblada.
Pero a favor
del personaje, parece muy shockeado por el hecho de haber tenido que romperle
el cuello al villano. Ya que éste era de los pocos compatriotas que quedaban de
su planeta natal. Pero romperle el cuello no era la única salida así que
insisto en que no es inteligente… y la gente a la que Zod casi mata tampoco era
muy brillante. ¿Por qué estaban en ese rincón?
Culpo al
escritor.
Pero…eso ya
lo viste en la peli Man of Steel. O al menos podes verlo. ¿Qué necesitas saber de este Batman?
Y acá aviso
que puede que te tire unos spoilers, te arruine sorpresas de las próximas pelis
o que en realidad sea cualquier poronga porque es todo especulación… casi todo.
Este Batman,
por lo filtrado y por imágenes y por trailers y porque soy un friki que se lee
todo lo relacionado con Batman… se sabe que hace 10 años se retiró y en estas
fechas se celebra, justamente, la última aparición del enmascarado. En el mundo
ficticio…claro.
Está viejo,
cansado. Se encarga de mantener viva su empresa, sus pectorales y su peinado…
posta, tiene alta cabeshera.
Sabemos que
ya sabe de la existencia del Guasón y que el segundo Robin (Jason Todd) Murió…
y de ambas cosas podemos estar seguros porque en el tráiler se ve el traje de Jason
puesto sobre un maniquí, con un grafiti con caligrafia Jokerezca que dice “Batman
se la come”
no, mentira.
Dice “El chiste está en vos, gil”
Lo cual es
una referencia a la historia “Una muerte en la familia” donde, tras la búsqueda
de su pasado, Jason Todd termina (SPOILERS) siendo asesinado a palazos por el
Joker y una bomba. Haciendo que en el Canon de “El
Regreso del Caballero Oscuro”(Uno de los materiales en los que BvS se
basa) el Bruce Wayne o Bruno Diaz o Juan Perez se retire por un tiempo porque
no puede tocar nenes. Ya que se culpa por nunca haber matado al Guasón.
¿Qué más?
Este Bruce/Bruno
tiene la moral un poco dudosa. Mientras hacía de Batsy con Jason Todd era medio
puto. Le decía “no hace falta que le rompas el brazo” o “no lo dejes
inconsciente, podríamos interrogarlo” o “No le cambies el estado de Whats App”.
Pero en el tráiler se puede ver que hasta les deja a los criminales cicatrices
con el logo, a lo zorro (irónico, porque Bruce usa al zorro como inspiración en
sus comienzos y mataron a sus padres tras ver “La Marca del Zorro” en el cine)
y los ata y los caga a palos… no se lo ve modificando el estado de Whats App de
nadie a “Me gusta Justin Bieber” o “Soy Gay”. Así que tan malo no es.
Al parecer
es bastante pesado ya que el grone del Daily Planet, en el tráiler, lo describe
como “Una oleada de terror”
Por la forma
en la que Alfred de habla a Batman, medio pesado, medio confianzudo. Parece que
este Alfred tiene una onda el de la serie Gotham. A lo heavy metal, ex médico militar,
boina verde, pija grande. Cogeputas en seco.
Dato interesantísimo…
en el tráiler se ve a Bruce Wayne viendo un recorte de diario con una escritura
en sangre que dice “Vieja, dejaste morir a tu familia”.
Lo cual
puede significar tres cosas…una: Jason Todd fue REVIVIDO en la fuente de la
juventud de Ra’s Al Gul, como en la historia “Under the Red Hood” Secuela de “una
muerte en la familia”. Dos: El guasón sabe quién es Batsy. O Tres… y esta es
una locura inventada por gente de internet… Batman Mató al Guasón y Jason Todd
se convirtió en el payaso loco… no me gusta la idea.
En fin. ¿Qué
podes hacer mientras esperas al 2016 si no te gustan los comics? Pero quieres
saber algo sobre este Bats.
Primero… si
te gustan los comics y no te importan los spoilers. Leete todo lo relacionado
con Batman que haya salido entre los 80 y el año 2000. Fin.
Si no te
caben los comics o no tenes plata ni amigos que lean comics y queres saber
sobre el canon de este Batfleck… mírate las pelis “Batman:Year One” o “Año uno”,
“Batman: Mask of the Phantasm”,
"Batman: Sub-Zero”,
“Batman: Under the Red Hood”
Proximamente sale "Killing Joke"
… y por ahora esas
nomas.
¿Por qué
pelean Batsy y Supy?
Sups viene
desde otro planeta y mata mucha gente en su pelea. Entre ellas, muchas que
trabajaban para Wayne, y por lo que se ve en los comics y series, Bruce Wayne
quiere mucho a sus empleados y los conoce, más que nada ahora que hace 10 años
no es Batman y tiene tiempo.
Bats lo ve a
Sups como a un extranjero que se la cree así que planea darle masa y demostrar
que la tierra está dispuesta romperle la jeta. Razón por la cual se protege con
ayuda de un traje hecho de…quizás, el mismo material que la armadura de Zod.
Creo que Superman
va a tener problemas manejando el ego y le va a pintar algo que pasa en historias
como “Injustice: Gods Among us” o “Superman: Hijo Rojo” que implica que diga “Las
personas y su democracia no sirven… voy a gobernarlos” o que en realidad el
gobierno contrate a Superman para que le dé picho a… ah, mira vos. Word no me
subraya la palabra “picho”. En fin… como decía. El gobierno quizás contrata al
hombre de Acero para darle pene a Bats, a quien ven como a un terrorista.
Dentro de
esto también sabemos que el mundo le teme a América ya que estos tienen a un superhombre,
el cual es como un arma con su propio código moral. ¿Qué onda si un día se
levanta de mal humor?
Al parecer también
hay una Guerra en Corto Maltese (click en el nombre para saber qué es) y tenemos
unas tropas lideradas por Supi. Ya que vemos soldados con el logo de Casa de
Jor-El.
La mujer
maravilla, según se rumorea, viene trabajando desde la época de la primera guerra
mundial, ya que es una diosa, no envejece. Y Lex Luthor es el creador de Facebook…
tiene todo el sentido del mundo. No veo cual es la sorpresa.
¿Cómo podría
Superman ganarle a Batman?
Mil formas.
Supercogida, superpiña, superpatada, podría soplar fuerte y con la presión del
viento romperle los huesos. Rayos laser, podría darle cáncer con los rayos X.
Podria llevarlo a vuelo hasta una cárcel o podría lanzarlo al sol…
Pero el tema
es que Batman no dejaría que esto pase. Algo que los comics enseñaron es que el
hijo de puta está preparado para todo. Lo cual no significa que no salga
herido, sino que siempre sabe cómo salir zafando. Y a la vez ganar.
Hay muchas
formas. Puede usar radiación de sol rojo (como se ve al inicio de Man of Steel)
y hacerlo un humano común y corriente. Puede exponerlo a sonidos en alta
frecuencia y hacerle concha el cerebro (ya que tiene super-audición), podría
encerrarlo en un lugar cuya atmosfera esta modificada para sea como la de su
planeta (como ocurre en la nave Kryptoniana en man of Steel), puede usar
Kryptonita (que se ve en el tráiler), o hacerlo del mejor modo… ganarlo
moralmente. Podría estar tirado en el suelo, a punto de morir y decirle “…mataste
una vez, ¿cómo se sintió?” Hacerlo llorar y que de repente éste se dé cuenta de
que la tiene chiquita. O podría decirle “Me tragué una bomba. Lois Lane está
secuestrada y si mi corazón se detiene ella muere” cosas así.
Y… eso fue
todo, mierda. Largo el texto. Debería dormir, son las 5 de la mañana. Nos
vemos, nos leemos, adiós… ciaaaaoooouuuu…
I’M BATMAN
7/9/15
Dead Oubreak: Por Favor (parte 5)
Si queres leer la primera parte hacé click acá.
Si queres leer más historias como estas del indice en orden cronológico de Dead Outbreak Hacé click acá.
Esta historia es una continuacion de Dead Outbreak: Por Favor (parte 4)
-Gracias por quedarte…-
-No es nada…- dijo él y presionó los labios. Era mentira, de
verdad tenía que irse. Ver cómo la sombra de los árboles se desplazaba lo hacía
sentir cómo el peso del mismísimo pasar del tiempo comenzaba a hacerse notar.
Intentó disuadirla-…Pero creo que podría ir por ayuda. Me estoy alojando en la
casa de un doctor.
-Qué suerte la tuya.- dijo ella, con los ojos cerrados y el
rostro pálido-Me siento más segura así. Con o sin doctor, voy a morir. Prefiero
no estar sola cuando eso pase.
Nico se sentía incómodo. No la conocía no le interesaba
conocerla, le quedaban pocas horas de vida y no había nada que él pudiera hacer
para ayudarla. Al mismo tiempo, quería ser complaciente. Al menos esperar a que
se durmiese o quedara inconsciente para no tener que escucharla insultándolo.
Sus prioridades en aquel momento se centraban en alguien con más esperanzas de
vida.
-Y aunque pudiesen salvarme…-siguió ella- No quiero. Mi novio
murió, y desde antes de ayer, cuando mi familia se fue sin mí, solo él me
mantenía viva.
Nicolás se resignó a fingir interés de forma perezosa
- ¿Si?-
-Sí, si él no hubiese estado allí diciendo que me amaba, habría
usado cualquier objeto con filo para cortarme la garganta.
Un grupo de muertos andantes se acercó. No se encontraban en tan
mal estado y se movían rápido, por lo que el muchacho asumió que habían sido
recientemente transformados, por lo tanto, aun no estaban ciegos.
Extrañamente,
todos llevaban un crucifijo colgado del cuello.
Se agachó sobre la chica y ésta, con solo oír los pasos asumió
de qué se trataba. Ella lo abrazó con fuerza y ambos sintieron el temblor del
otro. Podían escuchar cómo algunas de las bestias se chocaban, en su andar, con
sus semejantes y rebotaban contra el automóvil. Los gruñidos no los ayudaban en
nada a mantener el silencio y evitaban mirar hacia las ventanas.
Cuando los pasos se alejaron lo suficiente se separaron y
volvieron a su posición inicial. Nicolás miró hacia atrás y notó que todos los
cadáveres de la pequeña horda estaban bien vestidos y ninguno tenía mordida
alguna sobre los brazos o piernas, sospechoso, demasiado. No tenía mucho que
hacer allí dentro, así que lo comentó con su nueva amiga.
-Qué raro…están muy sanos…-
-Sí… estaba por decir lo mismo. Mirá…- dijo ella y apuntó hacia
la ventana contra la cual sintieron los rebotes de cuerpos. Él no notó nada
extraño, así que solo sacudió la cabeza y se inclinó de hombros. Ella explicó
su observación en pocas palabras-…está limpia.
Lo más normal, lo primero que uno observaba al ver de lejos a
alguien en aquellos días era sus manos. Si estaba manchada de sangre,
probablemente no te convenía acercarte. Pero de todos los cadáveres andantes
que pasaron y chocaron contra la ventana, ninguno la había manchado con sangre.
-Alguien los envenenó…-dijo ella- Puede venir para acá…-
Nico estuvo a punto de pedir nuevamente permiso para
abandonarla. Pero ella habló antes- No hace falta que te quedes, podrían venir
y matarte. Hay muchos enfermos, la gente se volvió loca, ellos, ellos son el
verdadero peligro.-
El buen samaritano floreció, y casi de forma in-intencional
dijo- No puedo dejarte sola…
-No lo hagas- respondió ella.
-¿Queres que te lleve? Iría muy lento, nos devorarían a los
dos…- dijo él, meditó unos segundos y luego expresó- ¡Ah! Eso…puedo intentar
encender el auto, como en las películas…con los cables y…-
Ella soltó una penosa risa, sufrió el dolor de sus heridas en
voz alta y lo calló con la mano-No…haría ruido y no llegaríamos a ningún lado.
Ni lo intentes…-
-¿Entonces qué…?-
-¿Estás a favor de la eutanasia?- Preguntó la chica y el corazón
de Nicolás se convirtió en una locomotora.
Hubo silencio por casi un minuto, dejando de lado a los grillos
y demás insectos. No estaba seguro de haber escuchado bien.
-¿Que?- preguntó casi entre risas.
-Que qué te parece la eutanasia… ¿estás a favor?-
-¡¿Qué?! No, yo no… no p…-
-Estoy sufriendo…- dijo ello con la voz ahogada un llanto que
terminaba de formarse- No quiero vivir.
Otro prolongado silencio invadió el vehículo. Él Cerró los
puños, ella dejó caer unas lágrimas y lo abrazó. Como pudo.
-Es mi vida, creo que tengo derecho a elegir. ¿No?
Él Respondió con un movimiento de cabeza, mientras empezaba a
lagrimear tambien, ella no alcanzó a verlo bien. Tan solo vio el reflejo de la
poca luz externa en la gota que descendía por su rostro.
-Cuando estaba en el suelo, ahí afuera, vi un enorme bloque de
cemento, no tan grande como para que no puedas levantarlo con algo de esfuerzo…
pero creo que lo suficiente como para darme una muerte instantánea…
-Yo no… no puedo, perdón.
-Por favor…-dijo ella- Acaban de quitarme lo último que me
quedaba. Mi puto cuerpo ¿Entendes eso? Me violaron ¿podés entender eso? Te
ruego que lo hagas.
Nico se desesperó, rompió el llanto al estar inspirando aire y
su mandíbula tembló-Puedo acompañarte hasta que te vayas, pero no… no me hagas
matarte-
-¡Por favor!- pidió en un grito desaforado, mientras se sujetó
la herida- ¡Por favor! No quiero vivir…no así.- lloraba la chica, sin pudor
alguno, sin asco, simplemente…quería irse. Se había rendido.
Los detalles más mínimos pierden importancia cuando se tiene en
cuenta la emoción vacía que Nico sintió al hacer lo que ella pedía. Solo cabe
aclarar que la chica le dio a Nico la campera de cuero, como un agradecimiento.
Le dijo que haría lo que ella pidió, tirar el bloque de cemento
sobre su cabeza. Pero éste era demasiado pesado. No le informó al respecto.
Fingió estar arrastrándola fuera del auto para posicionarla sobre
el pavimento. Pero en vez de ello, cerró la puerta del vehículo, con fuerza,
sobre su cuello.
Una…
Y otra…
Y otra vez… hasta que la cabeza de la chica parecía colgar de un
hilo que salía desde su torso.
Caminó de nuevo hacia la casa del médico sin miedo alguno,
deseaba que los infectados lo devoraran, con todo su ser.
No le daba importancia a recibir un disparo. Quería llegar,
tomar a Sergio del cuello y presionarlo hasta sentir cómo éste se despedazaba
entre sus dedos. Iba a incluso tomar unos cuchillos y mutilar al cadáver,
entregárselo a los caníbales de a pedazos. Que no quedara ni el polvo del mal
nacido.
Al llegar, se encontró con las puertas y ventanas abiertas.
Especuló que el llanto de la niña pudo haber atraído a las bestias y éstas
ingresaron.
Especuló que él la haya entregado para escapar. Pero no, no había
sido así.
No había sangre en el suelo, ni dentro ni fuera de la casa.
Al entrar notó que no había provisiones. La heladera estaba
vacía, tampoco estaban los cubiertos. Las almohadas no estaban. La niña no
estaba. El hombre tampoco.
Se había escapado. Especuló que Nicolás había muerto y decidió
huir y engañar a algún otro idiota.
Cerró la puerta y esperó allí hasta el amanecer, hasta tener luz
suficiente como para, antes de marcharse, ver qué podría sacar de allí.
Ni bien pudo, echó un vistazo a las fotos. Aquellas que estaban
en los porta retratos caídos. Y su hipótesis había estado errada. Muy, muy
errada. No solo que Sergio estaba en una de ellas, sino que éste era mucho más
enfermo y peligroso de lo que Nicolás había estado especulando.
Una vieja fotografía familiar mostraba a un matrimonio y sus
hijos adolescentes. La chica de las otras imágenes estaba allí y al lado su
hermano mayor… Sergio.
Nico ya no era el mismo. No le importaba morir, vivir, matar, sufrir,
ser devorado por hambrientas bocas sedientas de sangre… solo quería hallar a la
niña, y separarla de aquel hijo de puta.
Un grito provino desde las calles. Era de una mujer. Escuchó también
el sonido de un carro siendo tirado por caballos. Fuertes risas y sonidos de disparos.
Fue caminando en dirección a los sonidos. Esta vez no se escondería.
Continua en Dead Outbreak: Los Creyentes
6/9/15
Dead Outbreak: Por Favor (parte 4)
Esta historia es una continuacion de Dead Outbreak: Por favor (parte 3)
Se pasó el resto de la noche acurrucado, esperando que la puerta
se abra y Sergio le proporcione una lluvia de balas.
No era ningún idiota, había pensado en quitarle el arma, buscó
la oportunidad. Pero su ubicación rotaba de a momentos. A veces estaba en el
bolsillo, a veces debajo del bebé, en ocasiones dentro de las largas medias de
futbol que usaba debajo sus jeans. Un intento fallido resultaría mortal, y muerto
no podía hacer nada por la niña.
Logró dormir una o dos horas. Recordaba algo de luz entrando por
la ventana antes de cerrar los ojos. Una vez que los abrió lo invadió un
silencio más profundo que el sueño mismo. Podía oler su propia peste, hacía ya
más de tres días que no se bañaba ni se cambiaba de ropa.
Salió al patio, donde se encontró con el hombre, quien sostenía
su revolver en una mano y una caja de cigarrillos en la otra. Tenía uno
encendido, por la mitad, entre sus labios. Ofreció la caja a Nico y éste
aceptó. Tras haberse fumado la mitad. Notó que quien se lo había invitado ya se
había terminado el suyo. Sujetaba la colilla humeante y miraba fijo al suelo.
Se masajeó el abdomen por unos segundos y luego mandó la mano a
la cabeza, se volteó hacia Nico y le dijo- Agua, Whisky…- en forma de orden. No
era una pregunta u oferta, parecía muy seguro de sí mismo. Tampoco le apenaba
estar sonando muy hostil.
Nicolás no se lo tomó a mal, el hombre se veía estropeado por la
dosis de alcohol de la noche anterior.
-Ahora…- dijo y sacó el arma. El joven lanzo el cigarrillo al
suelo al levantar las manos como un simple reflejo-Te salvé la vida, te
alimenté… quiero que salgas y me traigas whisky.
Asintió con la cabeza y caminó hacia adentro. La bebé dormía profundamente.
Sospechó que el maldito la estuviese drogando. Vio la mochila en el suelo y la
levantó. Pensó por un par de segundos en llevarse a la niña, simplemente salir
por la puerta y trabarla desde fuera. Pero el revolver que Sergio cargaba
siempre consigo era una llave maestra. Le costaría un disparo salir de la casa
y otro dejarlo en el suelo, servido en bandeja de plata para los muertos.
El hombre seguía en el patio, masajeando su sien derecha, quien
sabe qué habrá estado pasando por su cabeza. El joven tomó ventaja de ello,
levantó uno de los portarretratos “caídos”. En la fotografía se podía ver a una
pareja, sonriente, y en el medio la bebé.
¿Cómo habría de salvarla?
Había una posibilidad, podría conseguir el whisky pero no
aceptar la invitación de trago esta vez, solo dejar que Sergio se embriague y
mantenerse despierto. Pensó en acercarse a despedirse, o al menos avisar que
salía. El hombre ni lo miró a la cara, solo entró a la casa para poner llave a
la puerta una vez que el muchacho saliera.
Había menos monstruos caminando en la calle, quizás porque se
habían alejado, quizás porque sus piernas ya se habían rendido. De a momentos
el aire apestaba a carne podrida, de a momentos a humo. Algunos gritos
adornaban la fauna de sonidos e insultos florecían desde el interior de las
casas al verlo pasar. Todos se temían entre sí. Si alguien estaba caminando en
la calle era porque se trataba de un asesino, saqueador o infectado.
Solo bastó con acercarse al supermercado para darse cuenta de
que el auto que había comenzado a incendiarse el día anterior estaba cubierto
por unas manchas negras. Los vidrios estaban rotos y de las ventanas hacia
abajo había líneas de sangre ya coagulada, en partes, de un color más oscuro de
lo normal, lo cual dejaba a libre interpretación cual había sido la lucha
librada por aquel pobre hombre. Algunos muertos caminaban alrededor del
vehículo. Ninguno de ellos se parecía siquiera al desesperado hombre.
Una peculiar forma llamó la atención de Nico en la periferia de
su vista. Era el rifle, el que había dejado caer el día anterior. Fue corriendo
a buscarlo y estando a solo unos metros de éste notó que alrededor había unos
cartuchos dorados. Alguien lo había encontrado, y había sido utilizado como
defensa.
Poniendo a prueba su muy escaso conocimiento en videojuegos para
ver si le quedaba alguna bala confirmó
que no, no quedaba nada. Quizás habían más bestias dentro del supermercado,
quizás el hombre pudo sobrevivir y corrió hacia adentro, a refugiarse en algún
baño, los muertos pudieron seguirlo hasta allí. Quizás…solo quizás… en el caso
de que no haya sobrevivido encontraba más balas en su bolsillo. No estaba
seguro de cómo meterlas en el arma, pero ésta podría también servir como
protección, así que la tomó y se aproximó hacia el estacionamiento.
Las puertas de vidrio le permitieron ver hacia el interior del
mall. Estaba infestado de malolientes, al parecer habían seguido a alguien
hacia el interior, pero las puertas se empujaban desde afuera, y para salir
tendrían que tirar de las mismas, algo poco posible para seres tan poco
pensantes. Y no, no habían seguido al extraño y desesperado hombre, no, y de
eso Nicolás estaba seguro. Uno de sus zapatos se encontraba junto a la ventana
del acompañante del vehículo destrozado y por las ventanas traseras entraban y
salían moscas. El solo sonido de las mismas ya le provocaban al muchacho un
nudo en el estómago. Se negaba a abrir la puerta, no podía siquiera mirar por
la ventana, ¿cómo podría obtener las balas?
Escuchó unos gruñidos y al mirar hacia atrás vio a dos muertos,
a lo lejos, comenzaban a acercarse hacia él. Debía apresurarse, aún tenía que
buscar el whisky, en el caso de que no consiguiera municiones.
Abrió la puerta trasera derecha y una nube de moscas impactó
contra el frente de su rostro, así como una oleada de aromas indeseables.
Vomitó lo poco que había comido la noche anterior y lanzó nuevamente el rifle
al suelo. Lo levantó en un movimiento veloz.
Comenzó a correr en dirección opuesta a la casa en la que se
había estado alojando. Al menos para poder vomitar sin ser interrumpido por una
mordida letal. No podía siquiera trotar sin toser, ya se había manchado la ropa
con sus propios fluidos. Los cuales, luego pensó, quizás camuflaban su
presencia.
No podría correr por mucho más tiempo, se terminaría agotando,
así que comenzó a probar puertas de autos, éstos camuflarían sus sonidos,
olores y… ¿verlo? Las bestias no podían verlo, al menos no los que ya habían
muerto hacía muchas horas.
Dio con una que estaba abierta, extraño, y sospechoso, pero por
el momento, solo importaba una cualidad… “seguro”.
Algunos de los muertos andantes siguieron de largo, otros
dudaron, lo expresaron levantando la nariz y caminando en círculos.
Pasados, solo unos minutos, el sonido de un carro tirado por caballos
llegó a los oídos de Nico. Volteó hacia éste y notó a tres hombres como
tripulantes privilegiados, dos de ellos sostenían a una chica, cuyo rostro le
fue familiar, era su vecina de enfrente, o al menos lo había sido antes de que
el desastre iniciara. Ella usaba una campera de cuero, demasiado grande como
para ser propia.
La chica gritaba desaforadamente y los hombres la golpeaban,
expresaban en sus rostros una alegría y gozo escalofriante, parecían estar
teniendo la mejor aventura de sus vidas.
La joven logró liberarse de los brazos de los hombres y saltó
del vehículo. Al parecer planeaba caer de pie e intentar escapar en dirección
opuesta, quizás encontrar ayuda. Pero ninguna de esas cosas pasó, al caer se
dobló un tobillo y le resultó imposible recuperarse antes de que los malnacidos
detuviesen a los caballos y se bajaran para contenerla nuevamente.
Quien había estado conduciendo el carro la golpeó dos veces en
el rostro. Nicolás sentía una fuerte impotencia correr por sus venas. Podría
haber intentado ayudarla. Podría haber pretendido que su arma estaba cargada y
amenazarlos. Pero no lo hizo. Los tres tenían un arma colgando de sus
pantalones, lo más probable sería que estuviesen cargadas. ¿Perdía algo
intentando? Tal vez sí, tal vez no, no fue un riesgo lo suficientemente
tentador como para que él lo tomara.
Las campanas de una iglesia cercana sonaron. Se oyó un lejano “canto
de alabanzas” a Dios y los hombres hicieron lo peor, lo que era obvio al ver el
inicio de la escena. Nico no miró, se agachó y cubrió sus oídos, algo de lo que
no estuvo para nada orgulloso.
Algunos de los gritos lograron atravesar el grosor de sus manos.
Llegó a escucharlos, y cada uno fue más aterrador que el anterior. Tambien hoyó
disparos. Obviamente, el aroma de la sangre había estado atrayendo muertos, y
los hijos de puta gastaban su munición con tal de no interrumpir su sucio y
forzoso coito. Él realmente deseaba que los hombres notaran que se estaba
escondiendo allí, y que lo mataran en su lugar, por cobarde. Pero no podía entregarse
de forma voluntaria. Su instinto se lo impedía, además de que ya se había
prometido rescatar a la bebé.
Los sonidos cedieron unos minutos más tarde. Levantó la vista,
infortunadamente, a tiempo para ver cómo la apuñalaban y ésta comenzaba a desangrarse,
antes claro, de marcharse como si nada.
Comenzaba a atardecer. Él debía volver con las cosas para
Sergio, aunque claro, primero debía conseguirlas.
Abrió la puerta del auto, para seguir su caminata, pero algo lo
distrajo. La chica, seguía con vida. Intentaba llamarlo, pero su voz era débil.
Ya había girado la cabeza suficientes veces en un día, ya había
ignorado demasiado sufrimiento. Si ni siquiera se arriesgó por ella, al menos
podría evitar que los muertos se la devoraran.
Sin siquiera hablarle, hizo un enorme esfuerzo para meterla en
el asiento de atrás del auto sin lastimarla aún más en el proceso. Para ello
requirió sostenerla desde las axilas y arrastrarla hasta el interior del
vehículo. Planeaba marcharse ni bien terminara con ello, pero la chica utilizó
todas sus fuerzas para sujetarlo de la muñeca y en una tenue voz pedir- No me
dejes… por favor…-
5/9/15
Dead Outbreak: Por Favor (Parte 3)
Esta historia es una continuación de Dead Outbreak: Por Favor (Parte 2)
Llegó a la puerta de la casa (la cual se encontraba detrás de
una reja del mismo tamaño que el marco de madera) e instantáneamente hizo lo
que había estado queriendo hacer desde que empezó a correr. Vomitó lo poco que
había consumido hacía un par de horas. Sentía una fuerte presión en el estómago
y cedió a ésta dejando su cuerpo caer sobre sus rodillas y las palmas de sus
manos y volvió a vomitar.
El hombre salió del refugio y le preguntó al muchacho si estaba
herido. Él negó con la cabeza y tosió para despejar la garganta, pudo soltar la
primera palabra bien formulada desde que se había pegado un tiro en la boca-
No-
-¿Son los analgésicos… estas mareado?
-No, no-
Nico sintió que el hombre lo agarró de los hombros, pensó que
estaba por ayudarlo a ponerse de pie, pero en realidad estaba abriendo la
mochila. Sacó algunas cosas y verificó que todo estuviese. Inició una pregunta-
¿Y dónde…?- pero no la terminó cuando notó que la botella de Jack Daniels
estaba a la derecha del joven. Agarró todo y lo metió en la casa. Salió
nuevamente para ayudar a Nicolás a ponerse de pie. Cuando notó que ya no tenía
en sus manos el rifle que se había robado, por el susto y desesperación lo
había tirado. Se sintió un completo estúpido, el arma podría haber sido su
boleto de salida de la casa, junto con el bebé.
-Te ganaste una siesta.-
Al ingresar, lo primero que vio fue que las velas estaban
apagadas, la puerta del patio abierta y la bebé jugando con un pequeño delfín
de peluche. Los portarretratos seguían con el frente hacia abajo y la mancha de
sangre en la pared de atrás estaba
intacta. Entre el ardor de garganta y la presión baja floreció una flamante
duda “¿De quien es?”
El tipo había mencionado un “anterior huésped”. Podía también
estar mintiendo. Podía ser tanto de un familiar suyo como de un desconocido al
azar. Después de todo, él lo había amenazado con dispararle en la rodilla si no
obedecía.
Se metió en la habitación en la que había despertado aquella
mañana y se lanzó a la cama como un saco de papas. El dueño del refugio le
dijo- Podes dormir ahí, yo prefiero estar cerca de la salida. ¿Querés que te
cierre la puerta?-
Soltó entonces su segunda palabra, ya casi sin dolor en la
lengua –Sí…- y cuando el hombre estuvo a punto de hacerlo, lo interrumpió con
una petición-¿A-agua?-
Él dio unos pasos hacia el costado, entró en una pequeña cocina
que Nicolás no había notado antes y volvió con una botella de soda- El agua es
para ella- dijo señalando a la niña con el pulgar, dejando en claro que el Jack
Daniels era para él. Algo que habría sido deducible si él no hubiese estado tan
asustado y dopado en el supermercado. Obviamente, sino… ¿con qué agua mezclaría
la leche en polvo?
Bebió unos tragos y no le
tomó mucho tiempo caer nuevamente en un profundo sueño. Fue totalmente seco,
así como cerró los ojos los abrió sin imagen alguna de por medio. Era
consciente de donde estaba y por qué, lo cual de alguna forma era
reconfortante.
Al salir al living comedor, al cual ahora, más lúcido notó él,
le faltaba la mesa, vio, con ayuda de dos velas, a la niña acostada en el
colchón abrazada a su mamadera. Y al hombre sentado a su lado, con un pequeño vaso
con whisky. La puerta del patio seguía abierta.
-¡Hey!- dijo el tipo con un tono bajo de voz y extendió una
mano, alcanzándole un plato con arvejas y arroz- No te preocupes…no lo herví en
soda. Tenía algo de agua de lluvia de hace unos dos días.
Él sujetó la comida y se vio extrañado, por no tener cubiertos.
-Uh…que boludo, perdón. No quiero moverme del colchón. La nena
se va a despertar. ¿Por qué no te llevas una vela a la cocina y te traes
cubiertos y un vaso? Acompañáme con unos tragos.-
Nico sonrió de forma amigable y devolvió el plato, se llevó con
qué iluminarse y sigilosamente tomó un par de cubiertos. Al abrir la lacena y
tomar un vaso, se llevó una interesante sorpresa. Detrás de éste, había una
mamadera, en perfecto estado, y no era ninguna de las que él había tomado en el
supermercado.
Se puso a comer sentado en el suelo del patio, junto a la puerta
que conectaba con el interior de la casa. Únicamente para sentir el aire fresco
y poder disfrutar de la luz de la luna que atravesaba de vez en cuando el manto
de nubes grises.
El dueño de casa resbaló un vaso con whisky por el suelo, desde
donde estaba sentado hasta que estuvo lo suficientemente cerca del joven como
para que éste pueda agarrarlo, pero él no prestó atención, estaba disfrutando
demasiado de la comida.
-Supongo que si podes comer así ya podes hablar…
-Más o menos- dijo éste y sonrió de forma cortés- de a momentos
me duele debajo de la lengua.
-Una bala pasó entre tu yugular y tu mandíbula…- dijo el hombre
y ambos rieron en voz baja- Tenes nombre, ¿no?
-Nicolás… bah, Nico- respondió entre bocados- ¿Usted?
-Sergio.
-¿Es su casa?- preguntó dudosamente, como si no quisiese ser
escuchado, con miedo.
El hombre titubeó un poco, dio un trago y respondió- Sí… ¿por
qué no tomas?-
Nicolás dejó el plato vacío en el suelo, a su derecha y bebió del
vaso que estaba a su izquierda.
-Mierda…- dijo en un sufrido murmuro-… cómo arde la herida…
-Vas a ver que vale la pena- dijo Sergio- Yo no solía beber,
pero desde que empezó esto, desde que ella se fue…
-¿Ella?- preguntó el muchacho.
-Sí…la mamá de esta nena. Tuvimos unos problemas cuando esto
empezó y…y se fue. No quedaba otra, ella… no me amaba.-Bebió un profundo trago
y volvió a cargar el vaso. Nico bebió lo que quedaba en el suyo, sufrió nuevamente
del ardor y pidió más. Una vez su vaso estaba cargado salió otra vez al patio,
tomó una de las velas y un pedazo de vidrio afilado que vio sobre uno de los
muebles. Resto de un porta retratos, quizás.
-Y dejó a la bebé…¿se fue y dejó a la bebé?- preguntó mientras
comenzaba a usar el cristal para hacer un dibujo en la sangre de la pared.
-En realidad fue mi decisión, yo hice que se vaya. Y yo decidí
quedarme con la nena.
-La dejaste afuera…- dijo el joven-…con todas esas cosas. Ha de
estar sufriendo muchísimo sin tu ayuda.
-No, no, para nada, donde sea que esté, no sufre, créeme- musitó
Sergio y bebió todo el contenido de su vaso de un solo trago. Se sirvió más y
siguió- Ha de estar con ese idiota, ese imbécil al que tanto quería. No estoy
seguro…creo que él sigue vivo…
El ritmo cardíaco de Nico se aceleró. Y prefirió no volverse
hacia Sergio, temía que éste lo estuviese mirando de forma amenazante.
-Corrió como un maricón cuando vio el arma… seguro ya se lo
comieron. Sino ya habría vuelto.
Las piernas del joven habían sido paralizadas con el miedo,
disimulaba seguir dibujando en el manchón de sangre de la pared, pero le
costaba. Su frente ya comenzaba a sudar de los nervios.
El hombre se bebió el resto del Jack Daniels desde la botella y
luego dijo-Ella…esa puta…- casi entre llantos- …no me quería, no quería
aceptarme, ni lo nuestro, la historia que teníamos. Ella quería a su esposo.-
Nico quebró la punta afilada del vidrio por ejercer demasiada
presión.
-Y le volé la cara…le volé la cara enfrente de su hija…- comenzó
a llorar, primero suavemente, luego entre temblores y estertores.
Nicolás se quedó mirando la mancha roja oscura, casi marrón que
tenía enfrente. Y justamente, había estado intentando dibujar el rostro de una
mujer.
Allí lo entendió, los portar retratos. No necesitaba verlos para
saber que Sergio no figuraba en ninguno de ellos.
Click para seguir leyendo Dead Outbreak: Por Favor (Parte 4)
4/9/15
Dead Outbreak: Por Favor (Parte 2)
Esta historia es una continuacion de Dead Outbreak: Por Favor (Parte 1)
...
No le quedó otra opción más que
acceder. No por tener un arma apuntando a su rodilla, porque estaba lo
suficientemente drogado como para no sufrir tanto hasta morir desangrado, si es
que llegaba a perder mucha sangre (de lo cual no estaba seguro que sea posible,
así como la duración del efecto de las drogas) lo hacía por la bebé, Jazmín. El
hombre dijo que así se llamaba, y que era su hija.
No le importaba morir y dejar
desamparado a ese hombre, parecía ser un buen superviviente. Le preocupaba la
niña. Su único pecado había sido nacer, era lo único que tenía sentido dentro
de la cabeza de Nico. Quizás él había sido salvado para cumplir con esa misión,
para proteger a esa niña.
El hombre limpió la herida y le dio
un par más de analgésicos, dijo que si quería, los tomase, pero estaría menos
alerta al andar por afuera. Le dio una mochila y una lista con las cosas que
debía conseguir del supermercado que se encontraba a unas dos cuadras. Sonaba
tan simple que espantaba.
El hombre dijo que le convenía ir
al medio día. Los cuerpos de los infectados estaban resecos y rígidos, el único
problema era la peste que emanaban los recién transformados, dijo que tenía
algo que ver con sus funciones linfáticas, y el hecho de que aun transpiraban,
pero no sonaba muy seguro de ello.
El trayecto se vio más invadido
por sonidos que por imágenes. Oía gritos. Algunos eran risas desaforadas, otros
gritos de dolor, espanto. Algún que otro disparo, vidrios rompiéndose. La calle
estaba desolada. Al mirar hacia arriba veía muchas nubes de humo. Podía oler
una peste de carne quemada.
Llegar fue sencillo, más sencillo
de lo que había esperado, ingresar al supermercado de cartel rojo y logo amarillo
fue lo que resultó más espeluznante. El lugar tenía un aspecto apocalíptico. Era
irónico, había menos sangre de la que él había visto en la escuela, mucho
menos, apenas uno que otro manchón en el suelo, un par de dientes, representaba
la batalla que se había librado allí. Tras los saqueos de, quizás, las primeras
horas de aquel caníbal apocalipsis. Quizás los balazos de algunos guardias
intentando frenar el desastre, pero aun así, espantaba más que las explicitas
imágenes carnívoras. Dejaba mucho abierto a la interpretación.
Entre todas esas repisas casi
vacías se podía leer un mensaje. El mismo subconsciente de la sociedad le
estaba diciendo a quien quiera que entrase “es el fin” y se leía con perfecta
caligrafía. Y “las personas están locas”. Por no usar otros términos más específicos.
Notó, principalmente, que las
repisas de bebidas alcohólicas estaban vacías, en cambio, aquellas con
mercaderes de primera necesidad tenían algo todavía. No había una sola golosina
o comida chatarra.
Tras su pequeño tour, el sonido
de un carro siendo tirado por caballos y un par de disparos hicieron que se dé
cuenta de que no había salido de compras como un sábado previo al boliche. Y
recordó después que el padre de la niña le había dicho “Si te duele mucho la
herida tomate los analgésicos…pero no te recomiendo, te vas a sentir un
poco…perdido”.
Era cierto, en el silencio de
aquellas paredes se encontraba tranquilo. Un par de anarquistas podría verlo
desde afuera, entrar y matarlo, por simple diversión. Le convenía moverse con
cuidado. Las puertas de la entrada eran transparentes. Algo que tampoco había
estado teniendo en cuenta.
Se estremeció sobre sus
tambaleantes rodillas, sacudió la cabeza y leyó en la lista “leche en polvo”
con una marca específica. Era obviamente para la bebé. Encontró una enorme lata
con facilidad, había otras, pero no entraría más de una en la mochila junto con
los demás artículos.
El siguiente ítem era “mamadera”.
Se quedó mirando la palabra por unos segundos, pensó que pudo ser una laguna
mental, causa de las pastillas, pero luego se lo replanteó:
- ¿No tiene mamadera…?- sacudió
nuevamente la cabeza y se tomó un par de segundos pensando- Quizás la
rompió…quizás estaba sobre aquel mueble con los porta retratos cuando éstos
cayeron. No pierdo nada llevando dos. Pero… ¿no tiene?-
“Latas de arvejas, choclo,
lentejas” y “dos paquetes de arroz” fueron ítems con los que tuvo suerte,
porque justamente había una lata de cada uno y tres paquetes de arroz. Pensó
cargar un tercero, pero luego se lo
replanteó “¿qué tal si viene alguien más desesperado que yo?” y decidió dejarlo
en una de las cintas deslizadoras de las cajas, cerca de la puerta.
No tuvo suerte con encontrar “Dos
Botellas de Agua” solo consiguió una y era de medio litro.
Y por último figuraba “Whisky”.
Lo ignoró, pensó en irse directamente a la casa de nuevo y decir la verdad “No
lo conseguí” pero se planteó dos posibilidades.
En una de ellas, el whisky era
para dárselo a la bebé. Una muy, muy mala, terrible idea para la salud de la
misma. Pero quizás eso les salvaba la vida. Quizás así la dormía y a veces no
había otra forma de evitar sus llantos a ciertas horas.
La otra posibilidad venía de la
duda que le dejó el hecho de que el hombre no tenga una mamadera. ¿Era esa su
casa? ¿Era esa su hija? Romper una de esas botellas de plástico no es
exactamente algo que pase seguido.
¿Qué tal si volvía sin el whisky
y el hombre no lo dejaba entrar? ¿Qué tal si amenazaba con lastimar a la bebé?
Era un tipo inestable, pero
mierda, estaba cuidando bien de la niña, al menos ésta estaba con vida y él
planeaba alimentarla. Sabía sobre medicina, contradecirlo no parecía una buena
idea, así ésta fuere su hija o no.
Un sonido lo alertó, un hombre
corriendo. ¿Hostil o no? No valía la pena correr el riesgo de averiguarlo. Se
movió agachado hasta detrás del mostrador de la zona donde se suponía que
debían estar las carnes y se posicionó detrás de las tiras de plástico que
llevaban a los frigoríficos.
Era un tipo alto, con canas,
sujetaba un rifle desde el cañón, en una mano, y en la otra un bolso de viajes
vacío. Parecía estar mucho más asustado y apurado que Nico. Se movía a las
corridas y metía cosas en el bolso. Respiraba de forma muy agitada, sus pasos
resonaban con eco dentro del supermercado.
El muchacho bajó la mirada, a los
pies de la máquina de cortar carne. Había una reluciente botella de Jack
Daniels. No estaba del todo llena, pero tenía al menos tres cuartos de su
contenido inicial.
Se agachó y gateó hasta ésta. Una
vez que la alcanzó se sentó en el suelo y se sacó la mochila para guardar la
bebida.
Otra vez, las drogas lo
traicionaron, no escuchó los pasos del hombre y se percató de su cercanía
cuando ya era demasiado tarde. Sintió la fría punta del rifle contra su nuca.
-No guardes eso…- dijo el hombre
con voz temblorosa- Levantáte… caminá.
Obedeció con mucho miedo. Se
volvió a poner la mochila en el proceso.
El hombre lo llevaba a violentos
empujones hacia afuera mientras éste le hacía preguntas que él no podía
responder si no con gemidos mal articulados, aún seguía sin poder usar la
lengua sin que ésta le doliese mil demonios, y sumado a eso, estaba un poco
dopado.
Ya cerca de la salida, el tipo se
vio muy feliz de toparse con el paquete de arroz sobre una de las cajas y se lo
guardó.
Llevó al muchacho hasta el
estacionamiento del supermercado, en el frente y le ordenó- Quiero que tires
eso sobre el auto…-
Se volteó confundido, no entendía
de qué se trataba la extraña petición. El tipo lo notó y dijo:
-Tirá el contenido de la botella
sobre el auto- y se alejó un poco para encender un cigarrillo.
El joven lo volvió a mirar
confundido, abrazado a la lujosa botella.
-El fuego… el fuego va a
atraerlos y vamos a poder correr, si tenemos suerte… suena la alarma, el humo
va a confundir su olfat.- dijo el hombre entre profundas pitadas- Creo que son
ciegos…bueno, casi todos.- sus manos se tambaleaban del terror, mientras miraba
en todas direcciones.
Nico necesitaba el Jack Daniels,
no se trataba de él, sino de la niña, y su quizás…quizás no, padre.
Se volteó hacia el vehículo y
abrió la botella, simuló estar vaciando su contenido.
-¡Más te vale que no intentes
nada pendejo!- gritó el hombre y levantó su arma de forma amenazante mientras
se acercaba.
El cañón tocó, nuevamente la nuca
de Nicolás y a éste se le resbaló el envase sobre el capó. Una molesta alarma
comenzó a sonar y algo del Whisky se volcó sobre el automóvil. El muchacho pudo
agarrarlo antes de que éste resbalase del todo por la curvada superficie hasta
el piso y se volteó revoleándolo hacia el rostro del anciano.
El cigarrillo dio ignición a la
bebida y ésta encendió en llamas el rostro y parte de la camisa del asustado hombre,
el cual comenzó a sacudirse y en su lucha contra las llamas soltó el arma y
cayó sobre el vehículo, el cual también había sido humedecido con Whisky.
El humo que salía del auto era
negro y el aroma que emanaba el hombre era de lo más desagradable.
El joven no estaba para nada
orgulloso de su decisión, para nada. Pero las bestias vendrían, de eso estaba
seguro. Así que tomó el rifle y corrió de regreso al refugio, abandonando al
misterioso hombre entre sus gritos y el sonido de la alarma. ¿Qué más podría
hacer? Ya había hecho suficiente.
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