¿Por qué querría
una niña ser princesa?
Buenas
lectores!
La reputa
que los paró, hace cuanto que no me pongo las pilas con un texto.
Si, en
octubre publiqué una pila, pero habían sido escritos un año atrás, así que no
cuentan.
Hoy quiero
plantear algo, algo que nunca entendí bien, pero siempre me quedaron varias
posibles respuestas. Una interrogante que incluso es polémica para algunas
personas.
Claro. Probablemente
si pongo la pregunta en google haya mil y un análisis hechos por psicólogos o
incluso sociólogos
O claro, por
qué no, boludos en sus computadoras como yo. Pero esto se va a tratar de
simplemente mi opinión.
Por lo tanto
quiero analizar las posibles razones por las que el estereotipo de éxito en la
vida ofrecido y aceptado por las niñas, es ser una princesa.
¿el honor?
Si,
probablemente si le preguntas a una niña común y corriente sobre el honor, no
tenga idea del significado de la palabra (al menos en Argentina “un país con buena gente”) pero, por
supuesto, eso no quiere decir que no pueda sentir honra, o imaginársela. Sería como
que una persona que no sabe lo que es “anonadado” no puede estarlo.
Quizás sientan
que “ser una princesa” les garantizaría una constante sensación de honra.
Su padre
seria un rey y su madre una reina, serian una “familia real”, lo cual,
lamentablemente… no sé, ¿la haría ser feliz y no tener problemas?
¿Realmente
las niñas saben lo que significa una familia real?
Tener dinero
por el simple hecho de tener dinero, ser considerados superiores por…el simple
hecho de llevar el mismo apellido o por casarse con un Principe.
Lo cual nos
dirige a las otras cuatro posibles razones:
-
La superioridad: sentirse superiores al resto, llevar apellido y sangre real. Ser vistos
desde abajo por sus semejantes y poder hacer cosas que los demás no podrían sin
ser juzgados y que nadie pueda burlarse de ellas jamás.
-
El poder: de
verdad, es difícil imaginarse a un niño hambrientos de poder pero… cuando uno
lee la infancia de Hitler se vuelve más fácil. Vemos infantes hambrientos de
poder por todos lados. Aquellos que hablan a los gritos, los que son el payaso
del curso para que crean que todo lo que diga será gracioso, los que aprovechan
su estatura, los que caminan de mentón alto e incluso tanto los que quieren la
nota más alta para que los demás les pidan consejos como los bullies.
-
El Palacio y el dinero: tener la posibilidad de comprar lo que desee cuando desee,
total, el dinero nunca se va a terminar y siempre habrá espacio para este.
-
El príncipe azul: no hace falta decir mucho… príncipe es considerado casi un sinónimo de
sexy. La palabra es más usada que “Caballero” e incluso cuando las cualidades
entre un príncipe y un caballero difieren, creo que el príncipe saldría llevándose
a la chica.
Otra cosa, podría
ser la imagen de “Princesa” presentada a través de los medios.
Linda, elegante…canta
bien y…linda… y tiene ojos grandes y azules y…sabe dar besos y su maquillaje está
bien siempre y es linda y… bueno.
Incluso
siendo el personaje principal de sus franquicias, muchas princesas no suelen
contar con inteligencia o capacidades que las vuelvan un personaje interesante,
como valentía o una toma de decisiones cuyas consecuencias construyan su
personalidad y puedan marcar un antes y un después. Pero no importa, porque al
parecer, siempre que la caguen y no sean lo suficientemente vivas como para
resolver el problema por sí mismas, llega un macho sexy y las salva con un
beso. O con una espada.
No juzgo las
películas de Disney, son maravillas visuales. Pero juzgo, juzgo con todas mis
ganas a los padres que consideran que esté bien que su hija tenga como objetivo
“ser una princesa”.
Me gusta
Anne Hateaway en Princess Diary, porque no quiere serlo. No quiere el poder ni
la responsabilidad ni el dinero. Lástima que la vieja puta la convence después.
Personaje detestable.
Y creo que
eso, el asunto del príncipe rescatando a una pelotuda que no tiene nada de
interesante, es lo que hace tan exitosa a la saga Twilight.
Todas
quieren ser Bella, una mina que prefiere a un boludo que la trata mal en vez
del que la protege, pero aun lo quiere en la esquina por si a este otro le
falla la irrigación en la pija.
¿Qué me gustaría
que fuese mi hija.
¿Cuales me interesarían
que fuesen sus aspiraciones?
No quiero
hijos ni hijas… así que no sé.
Muéranse.
Chau
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